Huye de la rutina en Isla Beata, un espacio para relajarte, disfrutar de la naturaleza, así como dejarte maravillar por sus cuervas y playas.

Muy cerca de la provincia de Pedernales encontrarás la segunda isla más grande en República Dominicana, donde podrás disfrutar de la tranquilidad que genera observar la naturaleza entre manglares, vida silvestre, así como playas donde predominan los cielos azules, agua turquesa y suave arena, se trata de Isla Beata.

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Este sitio caribeño, de apenas 27 kilómetros cuadrados, fue el descubierta en 1494 y durante los siglos XVI y XVII fue refugio de piratas que solían atacar las costas españolas y las rutas marítimas, además de que fungió como punto estratégico para los barcos que zarpaban hacia Cuba o Jamaica.

Actualmente en las costas de Isla Beata predominan las aguas cristalinas que ofrecen a los viajeros ver el fondo marino, conformado por corales, tortugas, langostas, cangrejos y esponjas, lo que lo convierte en un atractivo para el esnórquel o el buceo; aunque su oleaje también es ideal para practicar surf.

También la isla es el hábitat de cabras salvajes, un caracol gigante, iguanas rinocerontes, aves acuáticas, además de una especie de lagarto que es endémico de la reserva natural, el geco.

Uno de los sitios favoritos para los viajeros, además de disfrutar de las playas y el avistamiento de especies, son sus cuevas, donde aún se conservan dibujos rupestres de la tribu taina.

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Isla Beata es un destino virgen, aquí no encontrarás hoteles ni restaurantes, aunque sí hay opción de acampar en la zona, lo que es un atractivo para aquellos que buscan aventuras y son amantes de la naturaleza o de los cielos estrellados que iluminan las noches.

Desde Pedernales podrás contratar un servicio que te traslade hasta Isla Beata, algunos incluyen snacks y almuerzo tipo buffet.

Aléjate del bullicio en este espacio no apto para quienes busquen lujo y comodidad, porque Isla Beata es para relajarse, pero también para sumergirse en la aventura que los paisajes de República Dominicana ofrece a los viajeros.

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