Lidiar con la culpa de estar ausente por las responsabilidades laborales es uno de los mayores desafíos para estas mujeres que, como todas las madres que trabajan, les cuesta encontrar el balance entre su vida profesional, familiar y personal.
Combinar la maternidad con el rol laboral es uno de los mayores desafíos para las mujeres, sobre todo para aquellas que ocupan posiciones de liderazgo, que por su alto nivel de responsabilidad implican prolongadas ausencias de casa y de actividades donde la presencia de mamá es fundamental.
La presión constante de cumplir con los compromisos laborales y estar presente en la vida de los hijos genera estrés y sentimientos de culpa que pueden afectar la salud mental de las madres o provocar incluso que renuncien a su vida profesional.
Una encuesta realizada en España en febrero de este año por la Asociación Yo No Renuncio determinó que el 87% de las mujeres ha renunciado, cambiando su trayectoria laboral al convertirse en madre y el principal motivo para hacerlo es por no poder llegar a todo y cuidar de su salud mental. Los resultados del estudio se recogen en el informe “Sin madres no hay futuro”.
Con motivo del Día de las Madres, que se celebra este domingo, consultamos a las Mujeres Poderosas destacadas en nuestra pasada edición, excepto a Elianne Vílchez, vicepresidencia de la Bolsa de Valores, porque se encuentra de licencia por maternidad, sobre los retos que enfrentan, las estrategias que implementan para intentar mantener el equilibrio y les pedimos que compartieran algunos consejos para las madres que ocupan posiciones de liderazgo. Aquí están sus reflexiones y recomendaciones:
Elizabeth Mena, presidió en dos ocasiones la Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo) y fue vicepresidenta de la Corporación Minera Dominicana (Cormidom). Tiene dos hijos.
¿Qué es lo más retador para una madre que ocupa una posición de liderazgo?
La respuesta tradicional y esperada a esta pregunta es que toda madre que trabaja fuera de casa enfrenta el desafío de equilibrar las demandas intensas del trabajo con las responsabilidades familiares. Sin embargo, para mí el verdadero reto es superar el sentimiento de culpa por no estar siempre presente para la familia, el miedo a convertirme en una madre ausente y el estrés de cumplir con las demandas del trabajo. Estos son desafíos emocionales profundos que las madres enfrentamos todos los días.
¿Cómo logra equilibrar sus responsabilidades laborales con las de ser madre? ¿Qué estrategias implementa?
Antes que nada, debo decir que no puedo afirmar que he logrado completamente ese equilibrio. Considero que he sido una buena madre, esposa y profesional, pero en algún momento una de estas áreas ha sufrido. Sin embargo, he aprendido a aceptar que no soy perfecta, que no puedo hacerlo todo sola y que es esencial pedir ayuda.
Gestiono mi tiempo priorizando y delegando tareas tanto en el trabajo como en el hogar. Es fundamental tener un equipo de trabajo eficaz en el que confíe, así como una pareja que te apoye y te ayude a crecer como profesional, siendo un complemento en el hogar.
Tras la muerte de mi esposo he contado con el apoyo incondicional de mi madre, hermanas y tías, quienes me han ayudado enormemente con mis hijos. Además, cuento con un grupo de amigas con quienes cada una desde su ámbito me ayuda desconectarme del trabajo y de las responsabilidades del hogar, lo que es vital para mantener el equilibrio emocional y mental necesario. Y siempre fortaleciendo el área espiritual que es la guía en el andar.

¿Qué consejos podría compartir con las madres que ocupan posiciones de liderazgo como usted?
Primero que nada, reconocer que no somos perfectas y que no podemos hacerlo todo y que la perfección en todas las áreas al mismo tiempo es inalcanzable. Debemos ser comprensivas tanto con nuestras propias expectativas como con las de los demás.
Delegar responsabilidades tanto en el trabajo como en el hogar y confiar plenamente en nuestro equipo nos permite enfocarnos en las tareas prioritarias con mayor eficacia.
Además, la comunicación abierta y clara para gestionar expectativas y asegurar que todos comprendan nuestras necesidades y límites es crucial para un equilibrio exitoso. También debemos recordar la importancia de apoyar y empoderar a las mujeres de nuestro equipo, actuando como mentoras para fomentar su crecimiento y desarrollo profesional.
Jacqueline Mora, viceministra técnica del Ministerio de Turismo de República Dominicana. Tiene un hijo de 7 años.
¿Qué es lo más retador para una madre que ocupa una posición de liderazgo?
Encontrar el balance sin culpa. No existe fórmula perfecta, y el equilibrio va cambiando a medida que cambia la edad de tus hijos. Mi hijo tiene 7 años, y es una edad muy demandante porque está descubriendo y tratando de entender. Se manejan dos idiomas, el del niño que sale y el niño que llega, en un proceso de transición. Ese balance implica equilibrio emocional, salud, tiempo de calidad y aceptar lo que decidiste ceder. Decidir lo que dejo, priorizar sin culpa y tener balance para mí es sin duda muy muy retador.
¿Cómo logra equilibrar sus responsabilidades laborales con las de ser madre? ¿Qué estrategias implementa?
Creo que es un proceso en construcción. Priorizar es lo más importante y tener compromiso. Hay momentos del día, eventos y días de la semana que son muy poco negociables, que son para mi maternidad. Decidí los momentos del día que son para mi hijo, los eventos a los que no puedo faltar y las conversaciones que debo tener. Esas prioridades van cambiando, pero siempre trato de priorizar. Organizar mi tiempo en todos los aspectos de mi vida es fundamental para poder garantizar productividad versus maternidad. Cada día lo hago mejor. Celebro la semana que lo logro todo, y me comprometo cuando fallo.
¿Qué consejos podría compartir con las madres que ocupan posiciones de liderazgo como usted?
Existe un momento para todo y un límite también. Es muy importante aceptar aquello que no puedes cambiar y buscar tu estabilidad y felicidad porque es imposible ser fuente de cambio e inspiración si tú no estás en equilibrio.

Gran parte de ese equilibrio es decisión. Decisión de cómo distribuir tu tiempo, decisión de estar agradecida y feliz, decisión de qué estás dispuesta soltar, decisión de cómo gastar tu dinero y finalmente decisión enfocarte en lo que quieres lograr y no en lo que sientes. No dejar que los eventos negativos te lleven a ser su víctima. Acéptales y acepta los límites que eso te impone, trabajando cada cosa a su tiempo. Saca tiempo para planificar, organízate, pide apoyo o págalo, descansa y celebra. Escucha sabiamente el consejo de los demás, pero no te presiones o quieras quedar bien ante los ojos de otros.
El camino correcto para cada cual es diferente. La maternidad no se termina, pero la intensidad va cambiando en el tiempo. Podemos decidir si invertimos el tiempo al inicio o más adelante.
Laura Peña Izquierdo, presidenta de la Confederación Patronal de la República Dominicana (Copardom). Madre de dos.
¿Qué es lo más retador para una madre que ocupa una posición de liderazgo?
Lo más retador en esta posición siempre ha sido mantener un balance entre el trabajo y el hogar y sobre todo nunca descuidar a mis hijos con sus necesidades y actividades, siempre mi rol ha sido ser una madre presente para mis hijos, compartiendo el rol con mi esposo.
¿Cómo logra equilibrar sus responsabilidades laborales con las de ser madre? ¿Qué estrategias implementa?
Definitivamente la disciplina y la organización juegan un rol preponderante. Llevar una agenda y programarme desde los domingos para poder cumplir con todas mis responsabilidades.

¿Qué consejos podría compartir con las madres que ocupan o aspiran a ocupar posiciones de liderazgo como usted?
Sean constantes, sean pacientes, vayan poniéndose metas pequeñas para ir alcanzados logros, no tengan miedo de asumir posiciones de liderazgo, confíen en sus conocimientos y capacidades, mantengan la humildad siempre.