Galperín es uno de los hombres más ricos de Latinoamérica. Forbes estima que tiene una fortuna de US$10.100 millones.
Cuando el Marcos Galperin escribió el plan de negocios de Mercado Libre durante su MBA en Stanford en 1999, pocos imaginaron que ese ejercicio académico, concebido en pleno auge de las puntocom en Silicon Valley, se convertiría en la semilla de la compañía tecnológica más valiosa de América Latina.
Veintiséis años después, el fundador argentino deja el cargo de CEO, tal como lo había anticipado hace un par de años, para asumir un nuevo rol como presidente de la junta directiva (Executive Chairman), desde el cual continuará marcando el rumbo de la compañía.
A partir del 1 de enero de 2026, Ariel Szarfsztejn, actual responsable del Marketplace de MELI y uno de los principales arquitectos del crecimiento reciente de la empresa, asumirá oficialmente como CEO. El traspaso, cuidadosamente orquestado durante meses, no es un adiós de Galperin a la empresa que fundó desde un garaje en Palo Alto. Como él mismo señaló en una emotiva carta a empleados, socios e inversores, esta transición busca garantizar la sostenibilidad del liderazgo de Mercado Libre más allá de su generación.
“Siempre me gustó hacer las cosas un poco distintas. Y si bien fue una decisión muy difícil, la tomé porque estoy convencido de que esta transición es un paso fundamental para que MELI no solo siga siendo la empresa más dinámica e innovadora de América Latina, sino que se convierta en una organización que trascienda a mí”, escribió Galperin.
La movida de Galperin no es inédita. De hecho, recuerda el paso que dio Jeff Bezos en Amazon cuando en 2021 dejó el cargo de CEO y se convirtió en presidente de la junta directiva de la compañía que fundó. Galperin seguirá involucrado en las decisiones estratégicas de alto nivel: la evolución del producto, asignación de capital, cultura organizacional y, clave en esta nueva etapa, la aplicación de inteligencia artificial para transformar los servicios del ecosistema MELI.
En la carta que marca este punto de inflexión, Galperin admite que el momento fue madurando durante años. “Cuando cumplí 30, pensé que tomaría este paso a los 40. Cuando llegué a los 40 pensé que sería a los 45. Cuando cumplí 50, pensé que era mejor no hacer más pronósticos”, escribió con humor.
Hoy, con 53 años y una fortuna personal que ronda los US$10.100 millones en cálculos de Forbes, considera que es hora de permitir que una nueva generación tome las riendas del día a día operativo.
El relevo: un ingeniero de la expansión
Ariel Szarfsztejn, su sucesor, estudió en la Universidad de Buenos Aires y obtuvo un posgrado en Stanford, igual que Galperin. Se unió a Mercado Libre en 2017, lideró la expansión logística de la compañía en toda la región y más recientemente dirigió el Marketplace, uno de los motores de crecimiento y rentabilidad de la empresa.
Galperin asegura que Szarfsztejn tiene “la capacidad, el liderazgo, la confianza del equipo y, fundamentalmente, el entusiasmo necesario para que MELI dé muchos nuevos pasos hacia adelante”.
El nombramiento no solo representa una transición generacional, sino también la institucionalización de una cultura empresarial que Galperin ha cultivado durante más de dos décadas: centrada en el cliente, obsesionada con la innovación, pero también austera y pragmática. Esa misma cultura llevó a MELI a convertirse en una de las pocas empresas latinoamericanas que compite de tú a tú con gigantes globales como Amazon.
El impacto de Galperin y de Mercado Libre en América Latina trasciende las métricas financieras. Con operaciones en 18 países, más de 75.000 empleados y unidades de negocio que van desde pagos digitales (Mercado Pago) hasta logística (Mercado Envíos) y créditos al consumo (Mercado Crédito), la empresa se ha convertido en una pieza central de la economía digital de la región.
Durante la pandemia, fue esencial para mantener el flujo de bienes y pagos en países donde la infraestructura tradicional colapsaba. Para 2024, los ingresos superaron los US$21.000 millones, y la compañía duplicó su utilidad neta, consolidándose como la firma con mayor capitalización bursátil de América Latina: US$131.000 millones.
Desde su salida a bolsa en 2007, la acción de Mercado Libre se ha valorizado 9,029.72%, pasando de un precio de US$28.50 a uno de US$2.601.
Esa cifra ubica a MELI por encima de históricos como Petrobras, y a Galperin como el empresario más rico de Argentina. Su fortuna personal, estrechamente ligada al desempeño de las acciones de MELI en Nasdaq, ha crecido de la mano del avance del comercio electrónico en la región.
Lo mejor está llegando 👇 pic.twitter.com/CqpB2FMQYt— Marcos Galperin (@marcos_galperin) May 21, 2025
Pero el mayor aporte de Galperin quizás no esté en la riqueza acumulada, sino en haber demostrado que desde América Latina se puede construir una empresa tecnológica de clase mundial. Desde sus primeras decisiones estratégicas, como la alianza con eBay en 2001 o la adquisición de DeRemate en 2005, hasta la creación de un ecosistema fintech, logístico y digital completamente integrado, su visión fue consistente: diseñar una solución adaptada a los desafíos y oportunidades de la región.
A diferencia de otras empresas que crecieron por fusiones, Galperin apostó por el desarrollo interno. Esa estrategia no solo generó sinergias, sino también elevadas barreras de entrada para potenciales competidores. Hoy, Mercado Pago administra activos por más de US$6.000 millones y procesa millones de transacciones diarias. El modelo de integración que Galperin impulsó se ha convertido en un caso de estudio.
No son pocas las empresas tecnológicas que han enfrentado turbulencias tras la salida de su CEO fundador. Galperin lo sabe. Por eso, planificó este paso con tiempo, liderando él mismo la transición para que ocurra “en nuestros propios términos”, como dijo. Se trata de un paso clave en la consolidación institucional de Mercado Libre.
Mientras deja el timón operativo, su sombra seguirá siendo larga. Su rol como presidente ejecutivo le permitirá seguir moldeando el futuro de la compañía en una industria marcada por la disrupción constante.
“Créanme cuando les digo que lo mejor está llegando”, escribió en su carta de despedida como CEO.
Por José Caparroso