Aisha Syed nos revela el camino que la llevó a convertirse en la mejor violinista que República Dominicana haya dado al mundo.

En 1998, Aisha Syed Castro se despedía de su madre, Carolina, en Santo Domingo. Ambas provenían de Santiago, pero esa niña (con sólo ocho años) tenía un propósito personal que debía cumplir a tan corta edad y lejos de su familia: convertirse en la mejor violinista de República Dominicana.

Ahora, con 33 años y un número equivalente de premios internacionales, la artista rememora aquel pasaje de su vida durante el cual pasaba fines de semana enteros en casa del connotado profesor formado en Rusia, Hipólito Javier Guerrero, para desarrollar su talento. Él y su esposa la hicieron
parte de su familia en el año y medio que la perfiló hacia una de las instituciones de música más prestigiosas del mundo. Esto implicaba prácticas de ocho a nueve horas diarias.

Aisha Syed
Foto: Alexander Luna

Para entonces, Aisha ya llevaba un camino recorrido. A los cuatro años mostró ser un prodigio para la flauta y el violín, y a los seis, ya era miembro de la Orquesta Sinfónica Infantil. Pero la transición de esa etapa temprana a una preparación más juiciosa con el maestro Javier Guerrero, fue una de
las más desafiantes. “Recuerdo que todos los fines de semana mi mamá, llorando, me dejaba en la capital”, comenta tras referir lo difícil que resultaba para ambas separarse.

En el fondo, madre e hija sabían que el esfuerzo lo valía todo. Ya con 11 años, la violinista fue invitada a tocar como solista en la Orquesta Sinfónica Nacional de República Dominicana; incluso, Bienvenido Bustamante compuso una sinfonía para ella: Fantasía para una niña.

Las interpretaciones de la violinista, incluidas las de su reciente disco "Heritage" han sido transmitidas y reconocidas en Radio France en París y la BBC 3 en Londres, Inglaterra

“Fue lo último que él compuso [antes de fallecer]; yo, siendo tan joven, no imaginaba la importancia del evento como tal”, comenta al traer al presente el momento que tocó frente al elogiado arreglista. Y agrega: “Saber que, cuando alguien deba aprenderse esa sinfonía, en el manuscrito encuentre ‘dedicado para Aisha Syed’, es un enorme privilegio”

También ha tenido la distinción de estrenar composiciones de Noam Sheriff, Menachem Wiesenberg y Algirdas Martinaitis; de este último, con la Filarmónica Nacional de Lituania, en Vilna, donde participaron leyendas como el violonchelista y director de orquesta Mstislav Rostropovich.

La efusión de Aisha Syed por ser la mejor se potenció a los 13 años, al convertirse en la primera latinoamericana en estudiar en Yehudi Menuhin School. Después en el Royal College of
Music,
donde perfeccionó su técnica.

Aisha Syed
Foto: Aisha Syed

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Ejemplo de perseverancia

Si debemos enunciar al personaje histórico que inspiró a Aisha a ser quien es actualmente, ese es, sin lugar a dudas, Johann Sebastian Bach. A él, dice, debe su obsesión por dominar el violín a la perfección, a tal grado de hacer a Chaconne de la Partita No. 2, del compositor de música clásica, un distintivo de sus programas de concertista en el Carnegie Hall, en Nueva York; el Victoria Hall, en Ginebra; y con la Filarmónica de Berlín, entre otros lugares emblemáticos: “Cuando miro hacia atrás me doy cuenta de que
Bach realmente fue por quien tomé la decisión de tocar el violín”, pondera.

La determinación es natural en Aisha y, la constancia, el punto neurálgico de su carrera. Cuando de
alcanzar metas se trata, ella establece un plan estratégico para lograrlas. “Soy sumamente persistente con eso y, claro, también soy consciente de que, por cada triunfo, quizás habrá diez equivocaciones”.

“Soy muy trabajadora, pero al mismo tiempo sé que tengo que balancear mi vida porque tengo
dos hijos, un esposo y para mí eso es lo más importante”

Aisha Syed Castro

Ella reitera que el camino hacia el triunfo está lleno de adversidades, pero hay que aprender a enfrentarlas y tener claro lo que es valioso para uno. “La gente muchas veces por una cosa
pequeña abandona todo[…] Soy muy trabajadora, pero al mismo tiempo sé que tengo que balancear mi vida porque tengo dos hijos, un esposo y, para mí, eso es lo más importante”.

Aunque es elogiada por su virtuosismo, Aisha no deja de estudiar y afinar sus habilidades. Por ello dedica al violín de tres a seis horas al día y se concentra en su gira “Voyage World Tour”, la cual inició en Jamaica, en febrero de 2022, y culminará en noviembre del año en curso.

Aisha Syed
Foto: Aisha Syed

El tour ha estado lleno de satisfacciones para la violinista: fue la primera dominicana en dar un concierto en la icónica sala de la Orquesta Filarmónica de Berlín, donde fue ovacionada de pie luego de finalizar un programa de casi una hora y media. También debutó con la Filarmónica de Qatar, y continuará de gira por Estados Unidos y países de Europa, Asía y Latinoamérica.

En mayo estrenó con la Ópera de El Cairo, en Egipto, y en junio retornó a República Dominicana con un concierto junto al reconocido maestro José Antonio Molina y la Orquesta Sinfónica Nacional. Después
regresará al afamado Carnegie Hall de Nueva York, para más tarde viajar al territorio mexicano y hacer gala de su dominio del violín con la Orquesta Sinfónica Nacional de México.

Foto: Getty Images

Aisha Syed Castro equilibra sus conciertos acompañada de una orquesta o de su pianista, Martin Labazevitch, con quien hace recitales por todo el mundo: “El sonido de una orquesta sinfónica es explosivo; el sonido de un pianista que conoce esa complicidad, que es tu pareja en el escenario para llevar la música a la audiencia es, también, sumamente importante para desarrollarte como
artista”, destaca.

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