El auge de vehículos eléctricos presenta el reto de establecer una infraestructura y regulaciones adecuadas a este tipo de movilidad, para acelerar su uso masivo.

Cinco años atrás, apenas unas cien unidades de vehículos eléctricos circulaban en las calles dominicanas. La mayoría de esas unidades se encontraban en zonas turísticas, como parte de la flotilla de negocios hoteleros.

La velocidad con la que avanza ese sector, que a la fecha suma casi de 13,000 vehículos, de acuerdo a datos estimados por la Asociación Dominicana de Movilidad Eléctrica, es más acelerada que las acciones que se emprenden para adecuar al país a esa novedosa realidad.

Cinco años después, aunque la apuesta por la movilidad sostenible conquista cada vez más seguidores, continúan los mismos retos: aumentar las estaciones de carga y robustecer el marco jurídico, para que las reglas claras puedan atraer nuevas inversiones y facilitar el acceso a esa propuesta de transporte.

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“Para impulsar el crecimiento de la movilidad eléctrica se requieren políticas públicas para adecuar al país a la entrada de ese tipo de tecnología”, opina el presidente de Santo Domingo Motors, Aníbal Rodríguez.

Rodríguez indica que la compañía que representan tiene en su portafolio a marcas de autos de la fábrica General Motors, que también construye vehículos con tecnología sostenible y que les interesaría traer al país, pero aún analizan las pertinencia, por considerar que hay tareas pendientes para poder ofrecer garantías a sus clientes.

Otro de los empresarios que levanta la voz al respecto es Edison Santos, de Emprendimientos Sostenibles, una propuesta de movilidad eléctrica que nació en 2012, cuando los conocimientos sobre el tema eran mínimos en el país.

Santos plantea que se establezca una categoría que reconozca de manera puntual a los negocios relacionados con movilidad sostenible, de manera que sea más fácil identificarlos y les puedan otorgar  potenciales incentivos que aceleren la transición de un transporte de combustión a uno más amigable con el medioambiente.

Detalla que en el país no se ofrece un valor agregado por el hecho de un empresario desarrollar un modelo de negocio que vaya en protección del medioambiente y en pro de las disminuciones de CO2, lo cual le parece una oportunidad que el Estado desaprovecha, ya que eso le representaría puntos a su favor para poder cumplir con todos los compromisos internacionales que se tienen en materia de sostenibilidad.

“Considero que una reclasificación empresarial donde se forme una categoría de empresas sostenibles permitiría que el gobierno pueda impulsar una economía sostenible y empleos verdes y eso genera un nuevo lenguaje de desarollo que abre puertas tanto a nivel publico como a nivel privado para captar inversiones estratégicas que a dia de hoy estan orientadas a inversiones de impacto”, opina el empresario.

Actualmente, Emprendimientos Sostenibles, una empresa de mensajería que utiliza motocicletas eléctricas, genera alrededor de 400 empleos en 16 provincias del país.

Santos explica que alrededor del 50% son motocicletas eléctricas y el resto esta en proceso de transición por la falta de acceso de capital especial para este tipo de negocios o inversiones sostenible. Eso les obliga, dice Santos, a compensar la huella de carbono o el impacto ambiental por el combustible que utilizan mediante la compra de créditos de carbono, para poder mantener sus operaciones con la distinción de carbono neutral.

Trabajo en conjunto

Para fomentar el uso de vehículos eléctricos, en agosto de 2013 se promulgó la ley 103-13 de incentivos a la importación de vehículos de energía no convencional. Sin embargo, la aplicación de esta norma aún no se observa en toda su magnitud, abriendo la posibilidad de mejorar algunos planteamientos, como los incentivos que contempla.

Es con la creación de la Asociación de Movilidad Eléctrica Dominicana (Asomoedo) que se logra visibilizar y ejecutar mejor el contenido de la ley 103-13.

Un grupo de empresarios relacionados a la importación, venta, estaciones de carga y asistencia mecánica de los vehículos eléctricos se unió para formar Asomoedo en 2017.

El presidente de esa asociación, Edwin Alberto Martínez, señala que actualmente están trabajando en la creación de un protocolo de certificación de calidad para promover un desarrollo seguro de vehículos eléctricos.

El objetivo, dice Martínez, es apoyar a los consumidores para brindares informaciones pertinentes sobre las empresas que cumplan procesos de calidad sobre las tecnologías de electromovilidad, tanto para vehículo de 4 ruedas como motocicletas y patinetas, priorizando la seguridad.

“Así poder apoyar a las diferentes instituciones del estado en crecimiento sano del mercado, supervisar las normativas y proponer cambios sobre las mejores practicas y tecnologías existentes en otros mercados para un desarrollo estructurado y orientado una transformación masiva hacia la electromovilidad en los próximos años”, apunta.

Sobre el sector público, opina que se requieren estructurar normativas claves, que demuestren una real intención hacia la electromovilidad con políticas aún más agresivas de uso interno en las instituciones del estado haciendo el cambio de la flotilla de transporte que actualmente usan con combustibles fósiles.

Martínez propone que se mejoren las regulaciones impositivas, que sean coherentes con la necesidades actuales. Pone como ejemplo que el 50% de exención de impuestos que establece la ley  es inaplicable para el comercio, ya que estos no pueden traspasar este beneficio al consumidor. “Una actitud comprometida del Estado estaría centrada en eliminar por completo este impuesto como se realiza con los paneles solares, por ejemplo”, dice.

Proyecciones

El presidente de Asomoedo proyecta que el crecimiento de la electromovilidad se duplicará cada año. Señala que se espera la venta de unas 2,000 automóviles por año y unas 5,000 de motocicletas.

Actualmente se estima que en el país circulan unos 10,000 motocicletas eléctricas y alrededor de 2,600 automóviles.

“Para el sector de motocicletas comienza a verse un impacto notable en los servicios de entrega de alimentos de ultima milla (colmados) así como comienza a verse el crecimiento el sector de mototaxis con esfuerzos notables por el sector comercial y algunos sectores del gobierno. Esto promete una gran transformación hacia el 2024”, apunta Martínez.

Impulso

La instalación de estaciones de cargas se ha ido expandiendo en el país, lo cual es un reflejo no solo del crecimiento de la movilidad sostenible, sino también de la confianza que esa actividad genera en los inversionistas.

El proyecto EverGo, de la empresa Interenergy Group, lidera una red de carga pública que alcanza las 1,000 unidades a nivel de Latinoamérica y tiene previsto multiplicar esta cifra a más de 4,000 cargadores, a través de un plan a 5 años y con una inversión inicial de 200 millones de dólares.

En República Dominicana, EverGo ha establecido unos 500 cargadores distribuidos por todo el país, a la vez que cuentan con un modelo para residencias. La cifra aumenta progresivamente, poniendo el foco en puntos estratégicos para que el usuario, afirma Helena Saenz, vocera de la empresa.

Saenz explica que tienen también el proyecto  Evergo Connect, que consiste en desarrollar la primera electrolinera del Caribe, en República Dominicana, ubicada en la comunidad de Bávaro, la cual se concibe como un “hub” que permitirá la carga simultánea de un total de 30 vehículos con cargadores súper rápidos de última generación.

“Una de las principales cualidades es que será alimentada con energía solar, para garantizar un proceso totalmente renovable. Se prevé su funcionamiento en el último trimestre del año”, dice Sáenz.

Turismo

El sector turismo y hotelero ha dado un impulso significativo a la movilidad eléctrica en el país, siendo el que con mayor fuerza ha ido avanzando en la transición.

Una muestra es el reciente anuncio de Grupo Piñero, que opera la mayor cantidad de hoteles en el país, sobre el desarrollo del proyecto EMOS (Electric Mobility Solutions), para lo que busca establecer alianzas con socios que compartan su apuesta por movilidad sostenibles adaptados para el sector hotelero para transporte de pasajeros y servicios industriales, ya que la idea es comercializar ese tipo de vehículos eléctricos.

“Nuestro prototipo se encuentra listo y estamos trabajando para que durante este año vea la luz”, informó a Forbes la CEO de la compañía hotelera, Encarna Piñero. El nuevo concepto “Vehicle As A Service” (VAAS), ofrecerá una experiencia todo incluido: contempla mantenimiento, monitoreo digital de flota, asistencia local y sustituciones, con garantía de nueve años”

Con esa propuesta el grupo español se suma al auge que la movilidad eléctrica ha tenido en el sector hotelero en los últimos tres, sobre todo en Punta Cana, por cuyo aeropuerto entra más del 60% de los turistas del país, según registros del Instituto Dominicano de Aviación Civil.

Muchos son los retos que superar, pero también están oportunidades qué aprovechar, pues los vehículos eléctricos no solo representan una vía de cambio hacia una movilidad sostenible, sino que pueden convertirse en motores de desarrollo para las familias dominicana, con la generación de empleos y de emprendimientos. Será cuestión de que todos los actores trabajen unidos en un mismo propósito para obtener el mejor provecho a esta tecnología que revoluciona el mundo.

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