Aunque aquí no se mencionan todas, en el país hay muchas empresas, de todos los tamaños y sectores, que han dado pasos contundentes para transformar sus modelos de negocio e implementar prácticas sostenibles con miras a reducir su impacto ambiental.
Las olas de calor, sequías, incendios forestales, tormentas y otras catástrofes naturales que cada año afectan a miles de personas y dejan millones de pérdidas en el mundo se deben en gran medida al modelo de producción sustentado en los combustibles fósiles que durante años ha prevalecido en las empresas.
Para tener una idea, el 71% de las emisiones industriales globales de gases de efecto invernadero (GEI) entre 1988 y 2015 se atribuye solo a 100 compañías petroleras, según el reporte The Carbon Majors Database de la organización Carbon Disclosure Projec (CDP).
“Las empresas de combustibles fósiles y sus productos han emitido más emisiones en los últimos 28 años que en los 237 años anteriores a 1988”, indica el informe publicado en el 2017.
Esta es la causa principal del calentamiento global que provoca dichos eventos climáticos extremos. Por eso en los últimos años, sobre todo a partir de la firma del Acuerdo de París en el 2015, muchas empresas en el mundo han decidido tomar medidas para remediar este daño.
En República Dominicana hay múltiples ejemplos de entidades privadas que han decidido mitigar el impacto ambiental de sus operaciones ¿Cómo lo han hecho? Básicamente mediante el uso fuentes de energías alternativas o tecnologías menos contaminantes.
“En lo que se refiere a nuestra membresía, desde hace años hemos visto un interés muy significativo en inversiones relacionadas a la disminución del uso de combustibles fósiles, procurando cumplir con compromisos ambientales”, señala la directora ejecutiva de Red Nacional de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental (EcoRed), María Alicia Urbaneja.
La lista es larga y abarca diversos sectores, desde micro, pequeñas y grandes empresas del sector energético, financiero, industrial, turístico, minero, entre otros.
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En el sector eléctrico, responsable del 31% de las emisiones en el país, se destaca EGE Haina, una compañía que en poco más de una década transformó su matriz de generación, pasando del diésel y el carbón a fuentes renovables no convencionales y combustibles fósiles menos contaminantes como el gas natural.
Hasta la fecha, la energía solar y eólica representa el 33% de su capacidad instalada y el gas natural el 38%.
Este año EGE Haina alcanzará los 387 megavatios (MW) instalados de energía limpia con lo que prevé evitar la emisión a la atmósfera de unas 575,000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) cada año.
Esta compañía, que además es pionera en la emisión de bonos verdes en el país, planea continuar reduciendo sus emisiones. Para finales del 2026 espera tener una capacidad instalada de 526.5 MW en base a fuentes renovables.
“Esa transformación seguirá acentuándose porque la empresa avanza a toda marcha en su plan de crecimiento que tiene como pilar fundamental el desarrollo de 1,000 MW adicionales de capacidad de generación de fuentes renovables de 2020 a 2030”, declaró la compañía a Forbes Dominicana a través de su departamento de Comunicaciones y Sostenibilidad.
Otra entidad del sector eléctrico que dio el salto a un combustible más limpio fue la Compañía de Electricidad de San Pedro de Macorís (CESPM) o Energas -nombre comercial- una planta generadora de electricidad de 300 MW que en el 2020 pasó a usar solo gas natural.
Con esa transformación la empresa reduce en 460,000 toneladas métricas anuales las emisiones CO2 y en más de 1,050 toneladas los GEI, lo que representa una reducción de 60% de su huella medioambiental, según reseña en su página web.
Otras empresas del sector eléctrico que están trazando el camino hacia la descarbonización, mediante el uso de fuentes renovables, la transición hacia el gas natural u otras tecnologías sostenibles, son el Consorcio Energético Punta Cana – Macao (CEPM) y AES Dominicana. En el ámbito del transporte se destaca Evergo, una compañía que promueve la movilidad eléctrica en el país.
Efectos moderados
A pesar de los cambios que se han hecho, sobre todo en el sector privado, la transición hacia el gas natural y la energía solar y eólica ha producido una “disminución moderada” de la intensidad de las emisiones de las industrias energéticas en el país.
Mientras entre 2010 y 2015 aumentaron 21.45%, del 2015 al 2018 solo se incrementaron 5.26%, según consta en el Primer Informe Bienal de Actualización de la República Dominicana ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Pero las emisiones totales, hasta la última fecha disponible, no registraban disminución.

Sector financiero
El sector financiero también ha sido uno de los promotores de la descarbonización en República Dominicana en los últimos años. Varias empresas están implementando acciones para reducir sus emisiones e incentivar a la población a llevar un estilo de vida más sostenible.
Una de ellas es el Banco Popular Dominicano, que se ha destacado por fomentar el uso de las fuentes renovables y de vehículos eléctricos e híbridos, segmentos a los cuales ha destinado más de 1,000 millones de pesos en financiamientos.
En la actualidad alrededor del 80% de la energía que se utiliza en sus sucursales y edificios corporativos proviene de paneles solares con lo que, de acuerdo a sus estimaciones, la entidad evita la emisión a la atmosfera de unas 9,258 toneladas de CO2 cada año.
La meta del Popular es alcanzar la carbono neutralidad en el 2030. Por esto sus acciones no solo están orientadas a reducir sus emisiones sino también en capturar CO2, para lo que cuenta con un programa de reforestación.
Este año este banco se convirtió además en la primera entidad financiera del país en recibir la aprobación de la Superintendencia del Mercado de Valores (SIMV) para emitir un bono verde por un monto de hasta 2,500 millones de pesos, fondos que serán destinados a proyectos “con beneficios ambientales claros”.
La Asociación Popular de Ahorros y Préstamos (APAP) también se ha destacado por sus iniciativas en este sentido. Esta entidad fue incluida en el Catálogo Prácticas Prometedoras 2022 del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) por sus planes de medición, reducción y compensación de su huella de carbono.
El año pasado la APAP se convirtió en la primera institución del sistema financiero dominicano en sumarse a la iniciativa Neutralidad Climática Ahora de las Naciones Unidas.
Entre las acciones de la APAP incluyen la instalación de más de 350 paneles fotovoltaicos, con lo que (según sus cálculos) han reducido en 265,230 kg sus emisiones, lo que le ha generado un ahorro de unos 3.5 millones de pesos anuales.
Industria cementera
La industria cementera, cuyas emisiones representan alrededor del 9% en el país, también tiene un papel clave en el proceso de descarbonización debido a la cantidad de CO2 que se genera en el proceso de producción del cemento.
Es por esto que en el 2020 Asociación Dominicana de Productores de Cemento Portland (ADOCEM), entidad que agrupa a las principales empresas del sector, presentó una hoja de ruta para transitar “Hacia una Economía Baja en Carbono” mediante la cual se comprometen a reducir 33% sus emisiones para el 2030.
Sin embargo, muchas industrias se han establecido metas más ambiciosas. Una de ellas es Cemex Dominicana, que se ha planteado una reducción de 40% para el 2030 y alcanzar la carbono neutralidad para el 2050.
“Las innovaciones de los próximos cinco años de la compañía consistirán en el uso cada vez mayor de combustibles derivados de residuos, mejora del sistema de adiciones en favor de las materias primas libres de carbono, introducción de aditivos y separadores de última generación que propician un mejor desempeño del cemento, y la ampliación del pionero uso del hidrógeno”, explica José Antonio Cabrera, director general de Cemex en el país y Puerto Rico.
Cemento Panam es otra empresa que ha logrado reducir su huella de carbono y su factura de combustible fósil mediante la implementación de un sistema que le permitió eliminar el uso de gas natural en uno de sus procesos, según reseña la ADOCEM en el informe de sostenibilidad del sector del 2021.
En términos generales, indica el documento, todas las cementeras dominicanas han asumido el compromiso de reducir sus emisiones de CO2, implementando mejores prácticas para contribuir con la mitigación del cambio climático.
Hito de Cervecería
Con la puesta en operación del parque solar Matrisol la Cervecería Nacional Dominicana se convertirá en la primera cervecera del Caribe que opera totalmente con energía limpia.
“Esto nos permitirá deshacernos de una cantidad importante de dióxido de carbono, 50,000 toneladas de emisiones de CO2 al año”, indicó a Forbes el presidente de la empresa, Fabián Suárez.

¿Por qué apostar por la sostenibilidad?
Los desastres y eventos climáticos extremos, la crisis por los recursos naturales, la pérdida de biodiversidad, el colapso de ecosistemas, entre otros problemas vinculados a la crisis climática se encuentran entre las principales amenazas mundiales dentro de los próximos dos y 10 años, según el Informe de Riesgos Globales 2023 del Foro Económico Mundial.
En este estudio participaron más de 12,000 líderes empresariales de 121 países, lo que indica que la preocupación de las empresas por el tema es real y por ello su interés en contribuir a solucionar el problema que, a pesar de los esfuerzos, sigue empeorando pues en mayo de este año se registró el cuarto aumento anual más grande de emisiones de CO2.
Un indicador de que el sector privado dominicano está tomando acciones en este sentido son los resultados de la Encuesta Nacional de Desarrollo Industrial y Sostenibilidad (ENDIS), publicada en el 2021, la cual reveló que 65% de 224 compañías encuestadas han alineado sus actividades con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Esto se debe a que los empresarios, además de que sienten de manera directa los efectos de la crisis climática, se han dado cuenta de que las prácticas sostenibles pueden garantizar la continuidad de los negocios.
“Las nuevas fuentes de energía representarán un beneficio competitivo y brinda más seguridad ante cualquier conflicto o crisis mundial que afecte la cadena de suministro”, señala la directora ejecutiva de EcoRed.
Muestra de ello es que durante la pandemia y el momento más crítico de la guerra entre Rusia y Ucrania muchas empresas en el país fueron afectadas por las dificultades de abastecimiento y el incremento de precios de los combustibles fósiles, especialmente del gas natural.
Las empresas que apuestan por la sostenibilidad también pueden encontrar oportunidades en los bonos verdes y azules que se destinan a proyectos que tienen un impacto positivo en el medioambiente
El mercado de bonos verdes ha crecido con rapidez y ha alcanzado una emisión total de más de un billón de dólares desde 2010, destaca el informe Acelerando la emisión de bonos azules en América Latina y el Caribe (2021) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En el caso de los azules, cuyos fondos se destinan al financiamiento o refinanciamiento de proyectos relacionados con el agua y/u océanos, en los últimos años se habían efectuado 12 emisiones por un valor de 2.856 millones de dólares, según reseña un artículo del Banco Mundial publicado en julio del 2022.
El estudio del BID señala que los bonos temáticos, como estos, pueden tener alta demanda y mejores condiciones de financiamiento. También dan lugar a otros beneficios como mayor visibilidad de marca y mejor valorización patrimonial.
¿Cómo avanzar más?
A pesar de que el país ha comenzado a transitar el camino de la descarbonización, guiado en gran medida por el sector privado, existen retos por superar para avanzar con más rapidez.
“Los principales desafíos para llevar a cabo este proceso han estado vinculados al marco normativo, ya que es de suma importancia completar los reglamentos de ejecución de la Ley General de Gestión Integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos, no. 225-20 relacionados con los incentivos económicos adecuados que aseguren el retorno de los inversionistas”, señala el director general de Cemex en República Dominicana y Puerto Rico.
Esta ley, considera el ejecutivo, ofrece un enorme potencial para que República Dominicana se convierta en un referente y líder en la región en acción climática e implementación de estrategias de sostenibilidad.
La directora ejecutiva de EcoRed opina, en cambio, que el mayor desafío era que el sector empresarial entendiera la necesidad de la descarbonización y se hiciera consciente de sus beneficios y este ya ha sido superado. Ahora -dice- le corresponde al Estado continuar facilitando y promoviendo estas inversiones.

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