Actualmente tan solo existen 4 países en toda América Latina que tienen el grado de inversión por las tres principales agencias de rating: Chile, Perú, México y Uruguay.

Después de las elecciones presidenciales, y como era de esperarse, todo el debate económico se ha centrado en la reforma fiscal. La mayoría de los economistas han salido en defensa de algunos sectores, o buscando una reforma que sea mas eficiente o simplemente mas equitativa.

Es muy importante tener una discusión profunda del país que queremos; de cómo realizar una reforma fiscal que produzca las menores distorsiones económicas posibles y que no detenga el crecimiento que ha tenido la República Dominicana en los últimos 60 años. Para dar estabilidad política, en Ecoanalítica creemos que esta reforma fiscal debe ser menos regresiva y más equitativa; haciendo al país más solidario. Pero mas importante aún, es fundamental sacarla del juego suma cero y llevar esta discusión a un terreno donde todos ganan, y ese terreno no es otro que la posibilidad de que República Dominicana ingrese en ese selecto grupo de países que hoy gozan de ese sello distintivo que se denomina: Grado de Inversión.

Los países que tienen Grado de Inversión son percibidos como de bajo riesgo, tienen acceso a endeudamientos más baratos, son capaces de atraer mas y mejores inversiones y por tener una tasa de descuento menor, sus empresas/activos adquieren más valor. Es importante destacar que el grado de inversión afecta la valoración de todos los activos de un país, tanto un gran central azucarero o un prestigioso proyecto turístico, como de un pequeño colmado. Es decir, un colmado en un país con baja percepción de riesgo, tiene mucho mas valor, que el mismo comercio en un país considerado de alto riesgo. Adicionalmente, el grado de inversión ayuda a atraer más inversión extranjera directa, y es clave para la creación de trabajos formales, bien remunerados y de calidad. El Grado de Inversión es el ganar-ganar que debería unir tanto a sector público como al sector privado; e incluso tanto a gobierno como a la oposición.

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Actualmente tan solo existen 4 países en toda América Latina que tienen el grado de inversión por las tres principales agencias de rating: Chile, Perú, México y Uruguay. Panamá solía estar en este selecto grupo de países, pero Fitch -a partir de finales de marzo de este año- denominó su crédito como de alto riesgo. Para el 2022, Colombia solía ser grado de inversión y lo perdió. Anteriormente incluso el Brasil del segundo gobierno de Lula (2008-2012), solía también tener esta distinción. Comento esto, porque es importante no solo hacer las reformas necesarias para ganar el grado de inversión, sino adicionalmente hacer estas reformas con el consenso adecuado de manera de poder permanecer en este selecto grupo de países en el largo plazo. Analizando experiencias previas en la región, en Ecoanalítica creemos que es posible obtenerel grado de inversión en el 2028. No es facil, ni está garantizado, pero otros países en una situación similar a la que se encuentra Republica Dominicana hoy lo han logrado.

Para ello, es necesario crear los consensos necesarios en la reforma fiscal. Desafortunadamente, siendo el segundo país de la región con menores ingresos fiscales con 14.7% del PIB, esta reforma fiscal tiene que estar orientada al incremento del ingreso. Adicionalmente hay rigideces en el gasto que hacen dificil el ajuste por el lado del gasto, como el 4.0% del PIB que constitucionalmente se debe ir para financiar la educación y el 3.5% que fueron a pagar el pago de intereses. Estos dos rubros ya representan mas del 50% de los ingresos tributarios.

Es necesario hacer una mencion especial al subsidio al sector eléctrico. En 2022-2023, el Gobierno dominicano transfirió a las empresas distribuidoras de electricidad (EDES) 2.7% del PIB a pesar de los incrementos en tarifas. Este deficit se debe al aumento de las pérdidas de energía de las EDES (energía que las EDES entregan a la ciudadanía pero que no facturan), las cuales se han incrementado de un 27% en el 2019 a un 36% en el 2023.

El gran legado en lo económico de los dos mandatos el presidente Luis Abinader es llevar a República Dominicana a grado de inversión, lo que implica realizar un reforma fiscal que incremente la recaudación en 2.6% del PIB, reduzca el subsidio al sector eléctrico y mantenga el dinamismo económico que la Republica Dominicana ha mantenido desde 1970, el mayor de America Latina.

Por Alejandro Grisanti, economista con más de 30 años de experiencia. Es el director de la firma Ecoanalítica

Las opiniones expresadas en este artículo son única responsabilidad de su autora y no tienen que ver con la posición de Forbes República Dominicana.