El nomadismo digital es una tendencia que ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente después de la pandemia de COVID-19. Los nómadas digitales son personas que trabajan de forma remota desde cualquier lugar del mundo, combinando sus viajes con su trabajo. Suelen ser profesionales cualificados que trabajan en sectores como el marketing digital, el […]

El nomadismo digital es una tendencia que ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente después de la pandemia de COVID-19. Los nómadas digitales son personas que trabajan de forma remota desde cualquier lugar del mundo, combinando sus viajes con su trabajo. Suelen ser profesionales cualificados que trabajan en sectores como el marketing digital, el desarrollo de software, el diseño gráfico o la escritura.

Tienen un alto nivel de educación y suelen tener ingresos elevados. De esta forma, los nómadas digitales representan una nueva clase de trabajadores que están redefiniendo el concepto de movilidad laboral.

Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, en el mundo existen más de cien millones de nómadas digitales, equivalentes al 2% de la población trabajadora, y se estima que esta cifra llegue a los mil millones para el año 2050, un gigantesco mercado que aún debe ser aprovechado.

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Recientemente, Ecoanalítica publicó un índice sintético que cuantifica qué tan idóneo resulta para un nómada digital asentarse en un país.  Para ello, identificaron las siguientes variables: 1) seguridad ciudadana, 2) interconectividad aérea, 3) conexión a internet, 4) apertura financiera, 5) entorno migratorio y/o facilidad para adquirir VISA, 6) interés del país por nómadas digitales, y 7) costo de vida.

Para la construcción de este indicador NOMD se emplearon los datos disponibles acerca de las variables previamente reseñadas para el período 2021-2023, medidas para una selección de países de América Latina y el Caribe.

Las mejores condiciones para un nómada digital son reportadas en México, Brasil y Colombia. Dichos países muestran la mejor calidad en la conectividad en aeropuertos, acceso a servicios financieros, un buen entorno de seguridad ciudadana, ofrecen un visado o regulación migratoria exclusiva, y existe un alto interés por dichos nómadas (aproximado por el mayor número de búsquedas de Google).  En ese sentido, no es casual que la mayor afluencia de nómadas digitales ha sido recibido en estos países.

Otros países como Costa Rica, Panamá, Chile, o Perú parecen figurar en el medio del indicador, por el atractivo turístico, la conectividad de internet móvil, y ofrecer visas para los nómadas. Países como Bolivia, Nicaragua, el Salvador y Honduras figuran entre los últimos del índice.

El caso de República Dominicana merece particular atención: a pesar de sus ventajas en materia turística y de conectividad a internet, muestra una conectividad aérea menor que otros países y por ahora no brinda mayores facilidades especiales al nómada en materia migratoria. Tales hechos lo llevan a mostrar condiciones similares a la mostradas por países como Uruguay, Argentina o Ecuador.

Eso nos habla de las oportunidades de mejora que tiene para aprovechar los potenciales beneficios de este tipo de migrantes, en términos de continuar reforzando las redes aéreas, y seguir profundizando las ofertas de productos financieros asequibles al nómada como las billeteras digitales.

En la actualidad, más de 50 naciones ofrecen visas para este tipo de trabajadores por lo que Republica Dominicana debería considerar y aprobar una legislación similar, ya que es una opción tentadora como destino, por las condiciones sociales y ambientales, así como el hecho de que posee una alta penetración de internet, aunque no es de los que presenta la mayor velocidad en el continente.

Los nómadas digitales y los trabajadores remotos en general pueden ser una bendición para cualquier economía: gastan divisas, facilitan la colaboración, estimulan la innovación, e incentivan la internacionalización y modernización del país. Si bien es cierto que en República Dominicana el ejecutivo viene trabajando un programa para incentivar la llegada de nómadas digitales, desafortunadamente todavía no lo ha oficializado, mientras países de todo el mundo compiten por el talento remoto.

Por esta razón, aún es necesario mejorar la conectividad, así como la creación de más coworking rooms, mejorar la movilidad terrestre y hacer más asequible la conexión aérea. La aprobación de un estatus migratorio especial para esta población es fundamental.

El país podría resultar atractivo por sus bondades naturales y sus ventajas tecnológicas; pero será necesario reducir brechas que aun mantenemos con otros países de la región.

Alejandro Grisanti es PhD de Economía y  CEO de Ecoanalítica

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Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad de su autor y no tienen que ver con la posición de Forbes República Dominicana.