El anuncio de la salida de Javier Sánchez-Prieto de la compañía el próximo mes de julio fue inesperado. La aerolínea que todavía dirige ya ha comenzado a levantarse de la crisis iniciada en 2020.

Después de tres años al frente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, dejará el cargo en julio. Fernando Candela, quien por seis años se ha desempeñado como presidente y consejero delegado de Iberia Express, dirigirá provisionalmente la compañía hasta final de año.

En una entrevista con Forbes a finales de marzo, el ejecutivo saliente nos compartía su análisis sobre la situación financiera de la aerolínea de bandera española, en la actualidad, así como los retos y las oportunidades futuras.

Sánchez-Prieto, CEO de Iberia, explica que aún queda una herida de la pandemia: la deuda que la industria contrajo por las pérdidas millonarias tras dos años y medio.

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“Vemos con satisfacción que empezamos a sacar la cabeza; comenzamos a generar resultados positivos, y eso nos permite ser optimistas en cuanto a seguir invirtiendo, pagar nuestra deuda y seguir desarrollando nuestra actividad”.

La generación de caja -para pagar la deuda, entre otras cosas- es una prioridad para la industria. En ese sentido, el ejecutivo español tiene una perspectiva optimista, gracias a los resultados positivos de la aerolínea y la creciente demanda de viajes.

Tras unas pérdidas que alcanzaron los 1,700 millones de euros, debido a la crisis que el COVID provocó en la industria, la aerolínea resportó resultados positivos en 2022. Aunque el ejecutivo español comenta: “si ves los históricos, la demanda de la aviación crece entre un 3 y un 5% anual. Tardaremos uno o dos años en recuperarnos por completo”.

Latinoamérica ha sido una de las regiones más afectadas por la pandemia, pero ha demostrado una notable capacidad de recuperación en la industria aérea, asegura. “En el útimo trimestre de 2022, ya estuvimos en niveles muy parecidos a 2019. En el primer trimestre de este año, vamos a estar un 5% por encima de la actividad que teníamos antes de la pandemia”.

“Si quieres ver el vaso medio vacío en los países de América Latina, siempre puedes hacerlo. Lo cierto es que Iberia lleva presente en estos mercados desde hace 75 años, con altos y bajos, pero siempre desarrollando nuestra actividad y de ofreciendo nuestros servicios”, añade.

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Los combustibles son un componente de coste importante para la industria aérea, pero gracias a las coberturas que ha contratado para hacer frente a los elevados precios, la aerolínea mantiene la estabilidad financiera y la competitiva en términos de precios.

“Al pertenecer al grupo IAG, siempe hemos tenido la posibilidad de hacer coberturas de combustible, con lo cual podemos aplanar esa curva de costes. Objetivamente, eso nos permite mantener la estabilidad”, asegura.

La compra de Air Europa por parte de Iberia, ha sido otro de los temas de interés en la industria de la aviación. La operación, que se inició en 2019, tuvo que ser renegociada de acuerdo con las circunstancias actuales y a las dificultades para convencer a la Comisión Europea de que la adquisición es pro competitiva.

Al respecto, Sánchez-Prieto comenta: “En esta operación, ofreceremos los remedies que sean necesarios en las rutas que la Comisión considere, pero es un oportunidad única para poder desarrollar el hub en Madrid y la conectivida de todos los destinos a los que volamos”.

Esta adquisición reforzará la presencia de Iberia en la región y mejorará la conectividad con todos sus destinos. “La escala es fundamental en la industria de la aviación, ya que permite obtener financiación, beneficios a la hora de comprar combustible y desarrollar la red de destinos. La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de estar integrado en un grupo para sobrevivir y tener acceso a los mercados financieros”, explica.

La compra de Air Europa por parte de Iberia es una oportunidad para mejorar la posición del grupo en América Latina y competir en igualdad de condiciones en el mercado global. “Aún con la fusión, la nueva posición del grupo en Madrid va a ser inferior a la que tiene Air France en París, Lufthansa en Frankfurt, KLM en Londres, y otras grandes aerolíneas en sus hubs respectivos”, menciona.

En cuanto a la situación financiera de la empresa, el ejecutivo comenta: “La deuda asociada a los aviones es menos preocupante, ya que tiene plazos de pago muy largos y es muy líquida. Sin embargo, la deuda bancaria es más preocupante, ya que puede ser más difícil de pagar en momentos de crisis”.

Iberia tiene como objetivo alcanzar niveles de deuda sanos que permitan un crecimiento atractivo para los inversores. En concreto, buscan un nivel de investment grade alrededor de dos veces el EBITDA. Antes de la pandemia, la empresa esperaba estar un poco por debajo de ese nivel y éste sigue siendo su objetivo previsto para 2025.

El valor de su acción, actualmente, está influenciado por factores externos como la volatilidad del entorno, los precios de combustibles y las cadenas de suministro, pero su CEO reconoce que “tenemos que dar más visibilidad y certeza sobre el repago de la deuda y la forma en que la compañía se desendeudará en el futuro”.

En cuanto a la República Dominicana, se espera que el turismo en el país crezca a niveles record en 2023, lo que podría beneficiar tanto a Iberia como a otras aerolíneas. Sin embargo, la falta de flota de aviones disponibles en la mayoría de los países limita las posibilidades de aumentar la oferta en el corto plazo.

“La adquisición de Air Europa y la aprobación por parte de las autoridades de competencia, sería un elemento para mejorar la conectividad”, asegura.