La región produjo más de 8 millones de barriles de petróleo por día en el 2022 y superó la demanda regional, según el informe de la IEA.

América Latina y el Caribe ha ganado reconocimiento por ser una de las regiones con mayor potencial para impulsar la transición energética, uno de los ejes clave para atenuar la crisis climática global.

La Agencia Internacional de Energía (IEA, siglas en inglés) ha catalogado el sector eléctrico de la región como uno de los más limpios del mundo, pero a la vez ha identificado el reto de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, que todavía predominan en muchos sectores, sobre todo el transporte.

Entre 2015 y 2022 América Latina y el Caribe aumentó 51% su capacidad de generación de electricidad en base a fuentes renovables, alcanzando ese último año el 64%, según registros del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Durante las asambleas de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Interamericana de Inversiones (BID Invest) que se desarrollan en el país, la oficial de programas de América Latina de la IEA, Alejandra Bernal-Guzmán, expuso sobre cómo se puede acelerar la transición energética en la región y esto fue lo que planteó:

Para alcanzar las metas climáticas del 2030 habría que duplicar las inversiones en las anergias limpias y multiplicarlas para el 2050. “La inversión en renovables debe ampliarse en un 70%”, expuso.

¿Existen oportunidades para acelerar la transición energética?

La experta de la IEA asegura que sí. “Los vastos recursos de América Latina renovables le ofrecen una plataforma para avanzar rápidamente en las transiciones energéticas”, expuso.

También refirió que la región tiene un enorme potencial para la producción y procesamiento de minerales críticos, como litio, níquel, cobalto, grafito, manganeso y tierras raras, que son esenciales para tecnologías modernas como la energía limpia.

Bernal-Guzmán planteó que sin minerales como el litio es es imposible pensar en una transición.

El informe Perspectivas Energéticas de América Latina 2023 establece que los recursos minerales de este territorio ofrecen oportunidades para diversificar el suministro global y generar crecimiento económico, al tiempo que permiten transiciones globales hacia energías limpias.

“La región tiene todos los ingredientes para realizar transiciones seguras, asequibles y rápidas. Además, el éxito en América Latina y el Caribe puede traer muchos beneficios al mundo”, dice el informe.

¿Cuáles son los beneficios?

La oficial de programas de América Latina de la IEA explicó que si se acelera la transición energética alrededor de 10 millones de personas podrían obtener acceso a la electricidad, de 17 millones que se estima todavía no disponen de este servicio.

Además, habría una reducción muy importante de muertes por contaminación.  “Al 2030 podríamos evitar 30.000 de esas muertes”, estimó.

En términos económicos, en un escenario de transición energética acelerada, la IEA calcula que se generarían 1 millón de empleos formales y por la exportación minerales críticos la región podría tener 50, 000 millones de dólares adicionales en ingresos.