La magistrada Miriam Germán Brito, en su gestión como procuradora general, ha fortalecido la confianza de la ciudadanía en la justicia, con sus acciones contundentes contra la impunidad.

Aunque su equipo de trabajo tenía prisa, la magistrada Miriam Germán Brito parecía estar ajena al ajetreo a sus espaldas. Mientras otros se apuraban, ella regalaba a Forbes su serenidad, su disposición para posar a la cámara con una sonrisa y contestar todas las preguntas.

Regaló esa misma serenidad con la que lidera desde hace poco más de dos años una política anticrimen, con la que ha logrado que desde el Ministerio Público se descubran cientos de implicados en casos de corrupción administrativa del Estado, que hoy están rindiendo cuentas en los tribunales.

El título de máxima autoridad del Ministerio Público le llegó sin pretenderlo en agosto de 2020, cuando el recién electo presidente de la República, Luis Abinader, la designó como Procuradora General, atribuyéndole el compromiso de gestionar una justicia independiente.

Yo siempre le he tenido un poco de temor al poder. No por lo que el poder puede hacerle a otros, sino por lo que le hace a los que lo detentan, que llegan a albergar la creencia de que son dioses y así no es. El poder yo lo concibo como servicio”, expresa.

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Y agrega: “Uno no puede, como digo yo siempre, que hay personas que antes de salir de su casa para ir al trabajo le dan brillo a un “trujillito” que llevan dentro y así no puede ser”, dice.

Una trayectoria de 50 años de servicio impecable en la justicia la hacían merecedora de la posición de poder que se le encomendó. En 1973 empezó a trabajar como fiscalizadora; luego laboró como jueza de paz y como jueza de instrucción.

Doña Miriam durante la sesión de fotos para nuestra portada de Mujeres Poderosas 2022/Isabel Trinidad.

Entre sus funciones más destacadas está ocupar la presidencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, entre 2012 y 2019. Ese es el máximo órgano jurisdiccional del Poder Judicial dominicano, que se enfoca en conocer los expedientes en materia penal.

“El mayor reto ha sido ser una cierta intransigencia frente a quienes quieren desde fuera condicionarte la labor, que no es el caso actual”, dice.

Aspiraciones de Miriam Germán

Doña Miriam aspira a aportar al fortalecimiento de una institución que tenga reglas definidas, que cada día se preocupe más por la preparación de sus colaboradores y que los ministerios públicos interioricen su condición de servidores.

“Es difícil de precisar. Pero, yo aspiro a independencia plena. Cuando menciono Justicia, yo no me refiero únicamente ni necesariamente a la Procuraduría, sino al servicio de justicia, que abarca jueces y fiscales, que haya una plena independencia, que haya un sentido de justicia, aunque sea redundante, de igualdad y que no haya distinción de clases a la hora de tomar una decisión”, sentencia.

La magistrada ha sido distinguida con varios reconocimientos, entre los que destacan el Premio Europeo de los Derechos Humanos en la República Dominicana, que le orotgó este año la Unión Europea y sus Estados Miembros; el Premio al Mérito Judicial, otorgado por la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial en 2016; el galardón de “Integridad y Lucha Contra la Corrupción” o la “Medalla al Mérito de la Mujer” otorgado por la Presidencia de la República Dominicana en 2018.

Mi mensaje a las mujeres es que sean constantes. Con lo de la violencia y el maltrato, yo aspiro, y eso es difícil porque eso tiene que empezar desde la educación a los más bajos niveles, a que el individuo, el varón, vea a la mujer como un igual, no como si fuera un chivo o una vaca de su propiedad”, concluye.