En 2023 el Banco Mundial publicó un documento, con conclusiones de los economistas de esa institución, con la finalidad de impulsar la productividad de República Dominicana. Uno de los datos más importantes del estudio, a nuestro entender, es cuantificar y graficar una obviedad: el principal obstáculo para el desarrollo de un negocio en el país […]
En 2023 el Banco Mundial publicó un documento, con conclusiones de los economistas de esa institución, con la finalidad de impulsar la productividad de República Dominicana. Uno de los datos más importantes del estudio, a nuestro entender, es cuantificar y graficar una obviedad: el principal obstáculo para el desarrollo de un negocio en el país es la carga impositiva. Los emprendedores manifiestan que los impuestos son el principal obstáculo que enfrenta.
Mientras, las modificaciones que se han sucedido desde que se creó el Código Tributario de República Dominicana en el año 1992 han sido enfocadas a tratar de incrementar las recaudaciones por medio de la creación de nuevas figuras impositivas y del incremento de tasas. Se construye un sistema tributario que es un obstáculo para quienes permanecen dentro de este.
Desde el punto de vista de resultados, esas transformaciones, incorrectamente llamadas reformas, no han creado un sistema tributario sostenible. Como consecuencia, por un lado se afecta a la actividad privada, y se incentiva la informalidad y la evasión; mientras que la presión tributaria apenas crece y no alcanza a financiar el creciente gasto público.
República Dominicana tiene muchos años en espera de una reforma tributaria real. O de una reforma fiscal. Por un lado, es preciso tener un sistema tributario sostenible. Para eso es necesario reducir las tasas de las actuales figuras impositivas y la eliminación de impuestos distorsionadores. Solo con una reforma de este tipo podrían incrementarse las bases imponibles; y reducir la informalidad, la evasión y la elusión. De lo contrario, con reformas que incrementen tasas y creen más impuestos solo se continuarán creando parches. Y con remiendos al sistema tributario no se organizan las finanzas públicas.
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Las reglas fiscales, dentro de una ley de responsabilidad fiscal, representan el otro elemento de la reforma; importante para disminuir el ritmo de crecimiento del endeudamiento. Reglas de gasto y, sobre todo, de déficits fiscales, son necesarias para poner la casa en orden. Si se continúa la costumbre de incrementar el gasto cada vez que se aumentan las recaudaciones, el destino será continuar el endeudamiento. En 2024 se espera, de acuerdo con el presupuesto general del estado, que uno de cada cuatro pesos sea destinado al gasto en intereses de la deuda. Es una situación que demanda acciones.
El 2024 debería ser el año de las reformas estructurales en el país; la principal de estas, para poder mantener la estabilidad y tener una economía competitiva que promueva el desarrollo, es la fiscal. Este año, la administración que llegue al poder deberá emplear su capital político por el bien de la sostenibilidad y del progreso económico.
Por Miguel Collado Di Franco
Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad de su autor y no tienen que ver con la posición de Forbes República Dominicana.