En 2023 tuvimos por debajo de nuestro potencial; sin embargo en diciembre del 2023 debería estar creciendo muy cerca del potencial, y en el 2024 por encima del mismo.
A pocos días de terminar el año, es oportuno hacer un repaso sobre el desempeño de la economía dominicana a lo largo de este año y sus principales perspectivas para el 2024. El 2023 arrancó con una menor demanda interna y un panorama internacional incierto dada la desaceleración económica de los principales socios comerciales de República Dominicana.
De hecho, en los tres primeros trimestres del año la economía dominicana presentó un crecimiento muy bajo de 1.7%, lo que hace imposible pensar que la economía en el 2023 va a crecer por encima del 2.5%. Es importante destacar, que, si bien en promedio del 2023 la economía creció muy por debajo de su potencial, esperamos que el crecimiento de diciembre se acerque al potencial 4.5%-5.0%; y que el 2024, año electoral, la economía crezca por encima de su potencial a una tasa de 5.4%.
Lee también: Las ocho principales amenazas para el sector financiero en 2024
La inflación interanual registró una tendencia a la baja y retornó al rango meta en mayo como respuesta a la política monetaria restrictiva del Banco Central de Republica Dominicana (BCRD). Esperamos que en lo que queda de año la inflación se estabilice cerrando el 2023 en 3.9%, y que podría continuar ganando terreno cerrando el 2024 en torno al 3.4%. Sin embargo, en los últimos meses la inflación ha venido acelerándose ligeramente, lo que justifica la moderación del BCRD en las reducciones de tasas de este año. Esperamos que la tasa de política monetaria cierre en torno al 7.0% en el 2023 y cerca del 5.5% en el 2024.
La principal limitación que tiene el BCRD, para continuar reduciendo su tasa de política monetaria, es la política monetaria de EE. UU, que si bien al parecer ya se ha llegado a su pico en tasas de interés, pareciera que las mismas se mantendrán altas por más tiempo, empezando una reducción de tasas después del tercer trimestre de 2024.
En cuanto al tipo de cambio, la reducción del diferencial de tasas de política monetaria entre la FED y el BCRD ha traído algo de presión cambiaria. Sin embargo, la sólida posición de reservas internacionales ha permitido al BCRD controlar el tipo de cambio a una tasa inferior a los 57.0 DOP/USD. Sin embargo, nuevas reducciones esperadas de la tasa en la política del BCRD nos hacen pensar que el tipo de cambio podría cerrar en 58.4 DOP/USD en el 2023 y 60.4 DOP/USD en el 2024.
En el ámbito fiscal, los ingresos crecieron en línea con lo establecido en el Presupuesto Nacional y se aceleró la ejecución del gasto de capital, haciendo la política fiscal menos restrictiva. De cara al 2024, todo parece indicar que viene una reforma fiscal muy profunda, que contemplará una reducción importante de exoneraciones y excepciones a sectores clave de la economía, ampliación de la base de impuestos, así como la aplicación/incremento de impuestos específicos.
En el frente externo, el déficit de la cuenta corriente se redujo, dada la reducción en el precio de las materias primas, incluido petróleo, y el buen desempeño de equipos médicos y quirúrgicos, el cual se posiciona como el principal sector de bienes exportados de Republica Dominicana, siendo responsable de casi un quinto de las exportaciones totales. Los déficits en cuenta corriente se podrán financiar cómodamente por tres bendiciones: 1) Un sector turístico que viene creciendo a tasas por encima del 20%, ganando terreno y cuota de mercado en Centroamérica y el Caribe. 2) Unas inversiones extranjeras que volverán a romper récord en el 2023, con más de USD 4.300 millones; inversiones que históricamente han ingresado al país en los años buenos y en los malos, con un poder estabilizador sobre la economía. 3) Por unas remesas, que si bien presentan un crecimiento de 3.9% en los primeros tres trimestres del año, su flujo constante en el tiempo le da estabilidad a República dominicana.
En conclusión, el 2023 ha sido un año de menor dinamismo y estabilización de precios; sin embargo, esperamos que, entre la flexibilización de la política monetaria y una política fiscal más expansiva, terminaremos creciendo muy por encima del potencial en el 2024. El dilema que se le presenta al BCRD, es como seguir el acompañamiento del crecimiento económico reduciendo tasas de interés, sin producir presiones cambiarias y de precios indebidas, con una FED que parece mantendrá tasas de interés altas por más tiempo.
Por Alejandro Grisanti Capriles, CEO de Ecoanalítica, consultora económica regional con oficinas en Caracas y Santo Domingo
Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente responsabilidad de su autor y no tienen que ver con la opinión de Forbes República Dominicana.