La proyección apunta a que para los próximos tres años, tanto las pequeñas, medianas como las grandes empresas de la región incrementarán estas inversiones hasta en un 16%.
Durante el año 2022, en América Latina, el promedio de los presupuestos de ciberseguridad fue de 7.5 millones de dólares para las empresas, con poco más de 12 millones de dólares asignados a TI; mientras que las pequeñas y medianas empresas invirtieron 350,000 dólares en ciberseguridad, de un promedio de 750,000 dólares destinados a esta área, de acuerdo a datos del reciente Informe Anual de Economía de Seguridad de TI de Kaspersky.
El análisis indica que, para los próximos tres años, tanto las pequeñas, medianas como las grandes empresas de la región incrementarán estas inversiones hasta en un 16%.
Entre las principales razones se encuentran la complejidad de la infraestructura de TI (57%), la necesidad de mejorar el nivel de experiencia especializada en seguridad (53%) y los nuevos riesgos potenciales debido a una mayor incertidumbre geopolítica y económica.
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Con el apoyo de la tecnología, las empresas han transformado la manera en que operan y han logrado adaptarse a las demandas del mercado. Sin embargo, enfrentan retos en temas críticos, como lo es la seguridad de TI.
La infraestructura se ha vuelto más compleja y los ataques cibernéticos son cada vez más sofisticados. Con la madurez tecnológica adquirida, las organizaciones ya son más conscientes de la necesidad de priorizar su ciberseguridad.
Este creciente interés por salvaguardar sus activos e información, aunado al panorama de amenazas cibernéticas en constante evolución, han incentivado que existan mejoras en la seguridad de TI de las organizaciones, donde los altos ejecutivos, dueños y accionistas han llegado a considerarla como una prioridad que se ve reflejada en los presupuestos y/o planes de inversión.
Con el aumento de presupuestos, se espera que las organizaciones puedan enfrentar gran parte de los desafíos relacionados con la seguridad de TI a los que están expuestas.
Cifras del reporte antes mencionado señalan que el principal reto para más de la mitad de las empresas (54%) es la protección de datos, le siguen el costo de proteger entornos tecnológicos cada vez más complejos (38%) y la adopción de la infraestructura de la nube (34%).
Las regulaciones de cada país son otro factor importante que influye en los crecientes presupuestos para la Seguridad de la Información.
Con el objetivo de que las organizaciones mantengan sus operaciones y datos seguros, en ocasiones, los reguladores endurecen las reglas para todo el mercado o la industria vertical, llevándolas a revisar sus proyectos de inversión periódicamente.
Para maximizar la eficiencia de las inversiones en ciberseguridad y minimizar el riesgo de cualquier ataque o violación de datos, es importante que las empresas utilicen una solución que garantice la protección eficaz de endpoints, con la detección y respuesta ante amenazas.
En el caso de las organizaciones con una función de seguridad de TI más madura, además de contar con estas herramientas deberán contar también con aquellas que provean inteligencia de amenazas. Lo que sí es una obligación tener es una capacitación profesional constante en materia de seguridad para todo el personal.
Está más que demostrado que los costos de un ciberataque no solo afectan a las organizaciones en términos económicos, sino también de competitividad, confianza y reputación. La continuidad de los negocios siempre dependerá de la seguridad de la información, por lo que invertir en ella debe considerarse como una decisión estratégica de largo plazo con la mayor prioridad.
Por Daniela Álvarez de Lugo, gerente general para la región Norte de America Latina en Kaspersky
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