Es imprescindible el relacionamiento con las audiencias, los llamados stakeholders: colaboradores, clientes, proveedores y comunidad, para lograr el fortalecimiento de una marca.

Por Gina Jiménez

Si bien es cierto que las nuevas tendencias, las tecnologías, los nuevos canales de comunicación y las nuevas soluciones son importantes para el crecimiento de las empresas, es imprescindible también considerar el relacionamiento con las audiencias, los llamados stakeholders: colaboradores, clientes, proveedores y comunidad.

Este relacionamiento es una herramienta fundamental, pues permite lograr una buena voluntad o “good will”, traduciéndose en mayor confianza y fortalecimiento de la marca.

En los últimos años, las personas, más allá de buscar renombres, persiguen calidad y valor agregado, un sentido de pertenencia que traspase los límites para lograr ser aliados estratégicos al hablar bien de la marca.

Crear una relación orgánica con el público debe ser prioridad en estos nuevos tiempos, al igual que comprender que existen tres tipos de relaciones: las sociales, las comerciales y las alianzas, cada una de ellas con naturalezas distintas.

Por lo cual, observar, diseñar e implementar momentos, es esencial para conectar con las personas, desafiando permanentemente el propósito y asegurando entregar bienestar y experiencias memorables.

La clave está en reconocer los cambios que se producen en el entorno para adquirir una mayor capacidad de identificar a cuáles riesgos se enfrentan y cuáles son las necesidades, abriendo paso a la oportunidad de reflexionar y sensibilizarse.

De esa forma, se establece un compromiso y disminuyen los efectos negativos que puedan contrarrestar con el propósito.

Partiendo de este punto, se consolida una propuesta de valor en la empatía, la innovación y la oferta integral para crear, mantener y reforzar las relaciones a mediano y largo plazo con nuestros stakeholders.

¿Cómo se logra este relacionamiento?

La construcción de la marca y reputación son el resultado de la experiencia que han tenido las personas relacionadas. Por eso es importante:

  • Trabajar en la construcción de relaciones a largo plazo fidelizando, atrayendo y desarrollando experiencias que permitan ganar embajadores de la marca.
  • Entregar bienestar y competitividad sostenible para fidelizar clientes y lograr empresas más rentables (empoderadas).
  • Identificar la necesidad de los consumidores (relevancia, afinidad y pertinencia).
  • Crear valor sostenible superior al costo de capital.

Al consolidar relaciones se materializa y hace posible una estrategia de crecimiento orgánico, incluso fortalecimiento de la marca.

La experiencia de las personas y empresas se convierten en un diferenciador decisivo, para un mercado hipercompetitivo e hiperconectado, que genera un fortalecimiento en la preferencia de la marca, a través de experiencias diferenciadoras que dejan como excelente resultado un portafolio robusto de aliados estratégicos y embajadores de la marca.

Gina Jiménez es vicepresidenta de Seguros en Seguros SURA República Dominicana

Los planteamientos expresados este artículo son responsabilidad de su autor y no tienen que ver con la opinión de Forbes República Dominicana.