Centroamérica y República Dominicana necesitan crecer económicamente para resarcir los impactos negativos de la crisis del Covid-19.
Por Mirna Gutiérrez
Ante las afectaciones que la pandemia dejó en las industrias de Centroamérica y República Dominicana (CARD), 2021 será crucial para la recuperación.
A finales del año pasado, con la reapertura de algunas actividades, las ventas comenzaron a repuntar en varios sectores, pero el crecimiento dependerá de las medidas que tomen los gobiernos, de posibles rebrotes y de la disponibilidad de las vacunas.
Los negocios que reportaron mayores caídas fueron hoteles y restaurantes, transporte y almacenamiento, comercio, construcción y manufactura. Esto, como consecuencia de la débil demanda externa e interna, impactada por el cierre obligatorio de empresas y la paralización del sector turismo.
Lo que viene para la economía
En CARD, particularmente fueron golpeadas las pequeñas compañías, que representan la mayor proporción dentro de casi todos los sectores. Estos efectos pueden extenderse a mediano y largo plazo, dependiendo de las medidas de contención que se tomen desde los gobiernos, dice César Addario Soljancic, vicepresidente regional para Centroamérica y el Caribe de la firma de capital y servicios financieros EXOR.
Las perspectivas a corto y mediano plazo para América Latina y el Caribe dependerán de factores que inciden en la demanda externa e interna y de la forma en que las secuelas de la crisis reduzcan el producto potencial, señala el reporte Perspectivas económicas: Las Américas. La persistencia de la pandemia nubla la recuperación, elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
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Prepararse es un activo
El organismo multilateral prevé una recuperación lenta y a mediano plazo, debido a los costos económicos duraderos, por lo que la mayoría de los países de esta zona del mundo no retornarán al nivel del Producto Interno Bruto (PIB) previo al Covid-19, sino hasta 2023.
“El panorama apunta a que crezca la cartera de las inversiones alternativas, sobre todo lo canalizamos a través de materias primas, activos ‘refugio’ como el oro, estrategias que aporten descorrelación a otros activos que se tengan en cartera, como el retorno absoluto, y mercados privados”, explica Addario.
El documento del FMI señala que además de los riesgos relacionados con la pandemia, los desastres naturales y los eventos meteorológicos extremos siguen siendo importantes fuentes de riesgo en la región.
No sólo es la pandemia
Así quedó evidenciado en noviembre de 2020, cuando los huracanes Eta e Iota afectaron la región centroamericana, dejando más de 6.5 millones de personas afectadas directamente.
“Debemos aprender de la pandemia, pero también de las tormentas tropicales y huracanes. Estamos en un mundo que es más rápido y cambiante y esto nos obliga a todos a ser más resilientes e innovadores y tener mayor capacidad de reacción”, comenta Fernando García Merino, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Industriales de Honduras (ANDI).
En ese sentido, la apuesta debe ir en línea con aumentar la resiliencia frente a situaciones futuras, con intervenciones que permitan fortalecer la capacidad de las sociedades y las economías, para así hacer frente a las perturbaciones externas y recuperarse de ellas, concluye Addario.
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Negocios en una industria resiliente
Las inversiones de Guatemala recaerán en actividades relacionadas con salud, tecnología, e-commerce, digitalización, logística y alimentos.
En Guatemala, la actividad industrial llegó a caer hasta -11% en 2020 a causa de la pandemia, pero mostró una fuerte resiliencia al registrar en septiembre -5.7%.
“A pesar de ser un número negativo lo vemos con optimismo, ya que es un indicativo de que la recuperación ha empezado”, asegura Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG).
Los sectores hotelero, restaurantero y turístico son los que más sufrieron el impacto de la crisis, mientras que los que muestran mayor resiliencia son la industria química y farmacéutica, plásticos, salud, energía, gas, agua y la agroindustria.
Sectores clave para la economía
Zepeda ahonda que las inversiones redituarán en las actividades relacionadas con salud, tecnología, e-commerce, digitalización, logística y alimentos.

“También apostamos a la recuperación de restaurantes, hoteles, construcción y comercio, que si bien fueron afectados, están trabajando arduamente para salir adelante”, agrega.
Para que la economía siga creciendo, el país deberá mantener bajo control la pandemia y las empresas tendrán que aprender a hacer negocios con nuevas reglas y adaptarse a las nuevas necesidades de los consumidores.
Escollos a superar
Pero el mayor desafío del país es la lucha contra el contrabando, que sigue siendo uno de los principales delitos que afectan a la industria guatemalteca, lo que impacta las ventas en hasta 30% en algunos de los sectores, explica Zepeda.
Por ello, la CIG formó una Comisión de Defensa del Comercio Formal para apoyar a las empresas a implementar mecanismos de denuncia que apoyen a las autoridades en su labor en las incautaciones y en la vigilancia de los controles fronterizos.
“Hay que seguir trabajando junto al sector público para impulsar iniciativas que fomenten la reactivación y atracción de inversión nacional y extranjera que permitan también recuperar los empleos perdidos durante la crisis”, afirma Zepeda.
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El desafío de la economía
El crecimiento de Costa Rica estará en servicios, comunicaciones, tecnología, construcción, manufactura, agro y actividades financieras, entre otros.
Con la reapertura de las actividades económicas en Costa Rica, se espera que la confianza mejore y el consumo se recupere, lo que permitirá el crecimiento de los sectores productivos. El país deberá atraer inversiones para lo que será fundamental brindar seguridad jurídica.
Alrededor de 86% de las empresas han sido afectadas en mayor o menor medida por los efectos de la pandemia. A pesar de ello, las cifras del Banco Central de Costa Rica son optimistas, al proyectar un crecimiento de 2.6% en 2021 debido a la reapertura de las actividades productivas y a la mejora en las perspectivas de la economía mundial.
Buenos augurios
Este año se espera que mejore la confianza y las expectativas de los agentes económicos, lo que mejorará los niveles de inversión, la ejecución de obras de infraestructura, y habrá una recuperación del consumo (crecimiento de 1.6%), comenta José Álvaro Jenkins, presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (UCCAEP).
Los sectores productivos que tienen una mejor evolución de su actividad son información y comunicaciones, actividades inmobiliarias, industria manufacturera, agropecuario y actividades financieras, señalan datos del Banco Central.

Atracción con garantías
Debido a la crisis, la inversión extranjera se redujo durante 2020 y se espera que la situación no cambie este año. Por lo tanto, se deberá trabajar en la atracción de aquellos capitales que luego de la pandemia estarán en busca de destinos para invertir.
“Es fundamental que el país brinde seguridad jurídica a las inversiones, por ejemplo, manteniendo el actual régimen de zonas francas, y mejorando el talento humano de la fuerza de trabajo y el clima de negocios”, afirma Jenkins.
Y recomienda optar por una estrategia de nearshoring que busca traer más cerca de sus mercados meta la producción de bienes y servicios
“La inversión en el sector servicios, tecnología, telemedicina, salud y bienestar virtual son áreas de mucho auge a nivel mundial y Costa Rica puede y debe obtener provecho de ello”, indica.
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Doble recuperación
El crecimiento de Honduras estará en áreas como alimentos y bebidas, textil y confección, y farmacéutica y plástico, entre otras.
En Honduras, la caída de la demanda en el mercado interno afectó a la industria indudablemente, pero las acciones en favor de la salud permitieron que se reactivara la economía.
Sin embargo, el país tendrá que resarcir los daños causados por los recientes huracanes.
El crecimiento seguirá en las industrias de mayor relevancia, que son alimentos y bebidas, textil y confección, farmacéutica y plástico, y en menor medida los ámbitos de química, autopartes y minería.
A remontar
La recuperación se vio interrumpida en noviembre de 2020 por los huracanes Eta e Iota, que afectaron a alrededor de 900,000 personas, y al finalizar el año cerca de 90,000 aún permanecían en albergues.
“Se van a necesitar recursos adicionales para construir puentes, carreteras y vivienda en municipios como La Lima y la zona del Valle de Sula”, comenta Fernando García Merino, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Industriales de Honduras (ANDI).
Y explica que de igual forma se va a requerir trabajar en medidas para impulsar a los sectores más afectados, y en temas de reapertura y reactivación con propuestas en materia tributaria, financiera y laboral.
Además, se tiene que implementar la Ley General de la Industria Eléctrica, lo que le daría más competitividad a la industria y al país.
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Lejos de la bonanza
En Nicaragua, la apuesta se encuentra en las industrias del oro y de la carne, así como en el café y el azúcar.
La depresión económica de Nicaragua se agudizó con la pandemia, lo que ha paralizado las inversiones en el país. A pesar de ello, algunas industrias como la del oro y la carne registran crecimiento.
En lo que se refiere a exportaciones, el oro tuvo un crecimiento de 37% en 2020 en comparación con el año anterior y se convirtió en el primer rubro de exportación. Tan sólo de enero a octubre registraron 542 millones de dólares (mdd), 145 mdd más que el año anterior.
El segundo rubro fue el de carne de bovino, con 10% de crecimiento comparado con lo obtenido en 2019, debido a que en Estados Unidos hubo cierre de mataderos. Otro ramo fuerte es el de consumo, principalmente bebidas como los refrescos y el ron.

Oro, azúcar y política
Guillermo Jacoby, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), argumenta que los sectores que han dado la cara después de tres años de recesión económica han sido las exportaciones y las remesas.
Considera que el oro y de la carne seguirán creciendo este año, en tanto que los precios del café pueden mantenerse estables y se prevé una buena cosecha para el azúcar.
Pero el gran problema para la recuperación es político. Jacoby explica que en el año 2019 el gobierno incrementó considerablemente los impuestos, de una forma que es confiscatoria, porque la retención definitiva es de 3% sobre la venta.
Además, añade que la administración pública empezó a gravar productos que antes no estaban gravados y subió el gravamen a otros, paralizando las inversiones.
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Apuesta en la inversión extranjera
Las inversiones en Panamá se centrarán en transporte, logística, construcción y otros sectores asociados al canal, así como en facilitar el comercio.
En Panamá, el gobierno apuesta por el comercio y las inversiones internacionales. Para ello será necesario activar los créditos por parte de la banca local, contar con una regulación robusta para el comercio electrónico y establecer estrategias para la atracción de recursos.
La pandemia afectó los sectores de producción por lo que la mayoría experimentó una caída de entre 1.4% y 10.1% en el primer trimestre de 2020. Por fortuna, en octubre el Banco Mundial preveía ya un leve repunte en la economía para 2021.
Esto, como consecuencia de una mejora de los flujos comerciales, la recuperación de los sectores de transporte, logística y otros asociados al canal, así como repuntes en la minería y construcción, junto a mejoras del consumo interno y las inversiones.

Agenda nacional
El gobierno panameño mantiene un enfoque en proyectos de infraestructura y políticas públicas destinadas a facilitar el comercio y las inversiones internacionales, dijo Richard Kilborn, director nacional de Promoción de las Inversiones del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), durante la Conferencia Global en línea de Zonas Francas 2020.
El trabajo realizado por el gobierno, asegurando fondos para garantizar la liquidez del sistema bancario, ha brindado tranquilidad a los bancos y ahorristas, puntualiza la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP), en un documento enviado a Forbes.
Sin embargo, en lo que va del año ha habido una caída de 50% en nuevos desembolsos de crédito, por lo que se requiere un programa de garantía estatal de riesgo compartido para activar el otorgamiento de créditos por parte de la banca local.
El e-commerce como agente de cambio
La CCIAP resalta la importancia de nivelar la competencia entre el comercio electrónico local y las ventas realizadas por plataformas internacionales como eBay y Amazon entregadas localmente, para lo que será necesario cumplir con las regulaciones, implementar la factura electrónica y promover el desarrollo de plataformas fintech con una legislación robusta.
El establecimiento de multinacionales en el país ha resultado estratégico para la economía prepandemia, por lo que el planteamiento de estrategias para atraer a estas corporaciones y a personas interesadas en invertir en el país debe ser un objetivo a alcanzar en muy corto plazo.
Con expectativas optimistas
El Salvador podría encontrar grandes oportunidades de negocio en rubros como tecnología, servicios digitales, entretenimiento y agro.
Mediante la reapertura de actividades, en El Salvador comienzan a recuperarse algunos sectores y se pronostican cifras positivas para el crecimiento de la economía.
A finales del año pasado la construcción registraba el mayor dinamismo, seguida de comercio, transporte, alojamiento, servicios de comida, y manufactura.
Esto, más la reapertura económica, favoreció la demanda de exportaciones. Además, la recuperación de Estados Unidos permitió el incremento del envío de remesas.
Crecer no es opcional
Lo anterior ha permitido que las expectativas del Banco Central de Reserva indiquen que la economía en su conjunto crecerá por encima de 4% en 2021.
César Addario Soljancic, vicepresidente regional para Centroamérica y el Caribe de la firma de capital y servicios financieros EXOR, vislumbra oportunidades de negocio en rubros como plataformas de educación a distancia, telemedicina, servicios digitales para el comercio electrónico y el sector agrícola, así como los asociados al entretenimiento.
Planes antiinflación
Considera que en el escenario actual debe haber una menor exposición a bonos soberanos, ya que el papel que juegan es secundario, mientras que una mayor exposición a crédito será el combustible para echar a andar la recuperación. Asimismo, deberían buscarse activos ligados a la inflación.
"De especial importancia será asegurar que en los próximos años las inversiones de los paquetes de estímulo no impongan a la economía grandes costos de activos bloqueados porque, por ejemplo, apuestan por tecnologías en declive”, concluye Addario.
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En el camino al ascenso
República Dominicana apuesta por el crecimiento en áreas como la fabricación de productos farmacéuticos, elaboración de plásticos y alimentos, así como las relacionadas con innovación y tecnología.
Con el cese de la actividad industrial, República Dominicana enfrentó una crisis económica, pero cuando en mayo y junio del año pasado las restricciones fueron menos severas y comenzó la reapertura de algunas actividades, inició una recuperación con el apoyo de una serie de estrategias gubernamentales.
Algunos sectores ya muestran números positivos, entre ellos los relacionados con productos farmacéuticos, elaboración de plástico, aceites y grasas, azúcar, jabones y detergentes, productos de molinería, lácteos, e impresos.

Celso Juan Marranzini, presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), considera que diversas medidas establecidas por el presidente Luis Abinader han sido clave para este comportamiento positivo: la declaratoria de la industrialización como prioridad nacional, la organización de la Mesa de la Industrialización, y el énfasis en el crecimiento de las exportaciones.

Asimismo, con la nueva Ley de Proindustria (que busca incrementar la competitividad, fortalecer las cadenas de valor y fomentar las exportaciones nacionales), las empresas tienen una puerta abierta para avanzar hacia la innovación y la adquisición de tecnología.
“La inversión en esa dirección es clave para incrementar las exportaciones y generar mayor cantidad de empleos, también de mayor valor agregado”, subraya el el presidente de la AIRD.
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