Las cadenas de suministro enfrentan una nueva presión: la inestabilidad en los costos del transporte marítimo, que provoca reacciones intempestivas en las transacciones comerciales, añadiendo un ingrediente más a la incertidumbre que los aranceles han vertido en el comercio mundial. El acuerdo entre Estados Unidos y China para reducir las cuotas arancelarias del primero sobre […]

Las cadenas de suministro enfrentan una nueva presión: la inestabilidad en los costos del transporte marítimo, que provoca reacciones intempestivas en las transacciones comerciales, añadiendo un ingrediente más a la incertidumbre que los aranceles han vertido en el comercio mundial.

El acuerdo entre Estados Unidos y China para reducir las cuotas arancelarias del primero sobre los productos de la nación asiática del 145% al 30%  por tres meses, ha lanzado una nueva señal al mercado que podría disparar la demanda ante una “reacción psicológica” por la reducción arancelaria, que en términos reales sigue siendo significativa, pero que puede alentar las transacciones y elevar el costo de fletes.

Lo anterior es expuesto por Mario Varela, ceo de MTM Logix, quien plantea: “La incertidumbre es qué va a pasar después de 90 días cuando se vence el acuerdo de reducción de tarifas. Nadie quiere hacer movimientos que sean de largo plazo porque no tienen establecido el escenario. De modo que todos los contratos se realizan en el corto plazo”.

Varela refiere como ejemplo que, en México, los fletes al 11 de mayo estaban  entre 1,400 dólares y 1,500 dólares, pero luego de una semana se ubicaban en 2,900 dólares. “Subió 100% en una semana. Y hace seis meses estaba en 4,000 dólares (un flete “súper sano”, considerapues ganan navieras, productores y los consumidores).

Ahora “esta incertidumbre es el gran riesgo que hay”, comparte  el  director ejecutivo de la firma con presencia en Guatemala y México. Explica que algunos clientes consideran que este es el momento para salir a comprar antes de que los fletes se encarezcan por la subida eventual en la demanda, pero si las ventas y el inventario están alineados, lo que se provocará es un sobreinventario, que a la postre encarecerá fletes, porque no habrá compras.

Varela llama a las empresas a realmente entender “cómo hacer acuerdos que hagan sentido a sus negocios”  y no dejarse llevar por el “efecto manada”  o por una cuestión emocional, porque eso podría generar “una subida de fletes, donde todo el mundo se va a ver impactado, y posteriormente  una baja que nadie podrá aprovechar porque tienen sobreinventario.

Paralelamente, el experto considera que los gobiernos centroamericanos deben  implementar con urgencia la modernización de su infraestructura, pues “si tengo que esperar tres o cuatro días para que el buque llegue al muelle, eso no me sirve como naviera”.

Por Anasella Acosta