Una misión económica de la región Valona de Bélgica visitó a República Dominicana para explorar oportunidades de inversión, principalmente en los sectores de salud, logística y energías renovables.
El gobierno de Bélgica busca afianzar sus relaciones comerciales con República Dominicana. La visita de una misión económica el reciente marzo y la instalación de dos consulados honorarios, uno en Santo Domingo y otro en Puerto Plata, así lo confirman.
“El clima de negocios en la República Dominicana es sumamente favorable”, opina Cindy Pellegrini, consejera económica y comercial regional de la Agencia Valona para la Exportación y las Inversiones Extranjeras (Awex).
Valonia es una de las tres regiones de Bélgica, ubicada en la parte francófona, que incluye Bruselas, capital de ese país y vecina de las principales grandes ciudades de Europa Occidental.
Veinte años habían pasado desde la última misión valona en República Dominicana.
Hasta que este año un equipo encabezado por Pellegrini y Jean Jacques Bastien, embajador de Bélgica en La Habana, Cuba, con concurrencia en República Dominicana y Haití, agotaron una agenda de reuniones con el sector privado y gubernamental, junto a empresarios de su país relacionados a salud, logística, digital y tecnologías verdes, entre otros.
“Las políticas gubernamentales se encuentran sabiamente orientadas hacia el crecimiento económico y la simplificación de procesos, ha tenido el impacto de posicionar el país como uno de los hubs regionales de crecimiento. A la vez, el enfoque de las autoridades y el potencial del país de ser un importante punto logístico para la entrada a América Latina y el Caribe, es correcta”, puntualiza Pellegrini.
La balanza comercial entre ambos países presenta un superávit a favor de República Dominicana. Unos 80 millones de dólares exporta Bélgica hacia la media isla caribeña anualmente, mientras que los dominicanos les venden alrededor de 90 millones de dólares.
Las exportaciones a Bélgica, una nación de poco más de 11 millones de habitantes, representan el 1% del total que registra el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM). Los principales productos que concentran el 90% de ese comercio son el cacao (en grano, entero o partido, crudo o tostado), plátanos frescos o secos, los catguts estériles (hilo quirúrgico) y ligaduras estériles símil, para suturas quirúrgicas y adhesivos estériles.
Mientras que las importaciones de la República Dominicana desde Bélgica consisten en hortalizas (preparadas o conservadas sin vinagre ni ácido acético, congeladas), alambre de cobre, medicamentos constituidos por productos mezclados o sin mezclar, preparados para usos terapéuticos o profilácticos, según consta en un perfil comercial elaborado por el MICM.
Oportunidades
El diplomático Jean Jacques Bastien consideró que la República Dominicana puede ser un socio estratégico para desarrollar temas sobre medioambiente, salud y digitalización e innovación tecnológica en diversos sectores.
Dijo que les interesa mucho su producción de cacao para la producción de su chocolate, al tiempo que destacó que el crecimiento económico sostenido del país y eso permite que las empresas consideren invertir a largo plazo.
“Para nosotros el chocolate es nuestro estilo de vida”, aseguró.
Ambos país son signatarios del Acuerdo de Asociación Económica entre la Comunidad Europea y sus Miembros y el CARIFORO (EPA por sus siglas en inglés), y también cabe destacar que existen vuelos directos que conectan a las dos naciones, lo cual favorece el intercambio comercial.
En su visita ocurrida el reciente marzo, el equipo belga se reunió con la directiva de la Comisión Nacional de Energía para conocer sobre la matriz energética del país.
A Bastien le llamó la atención el dato de que el 36% de la población no paga el servicio energético, lo que consideró un punto a mejorar de parte del Estado, no solo en ese sector, sino en todos los estamentos.
“En Bélgica no existe el sector informal, es una base muy importante para el desarrollo de una sociedad porque la contribución fiscal permite a un país invertir en sus sistema productivo sistema de salud y educación”, comentó Bastien sobre la experiencia de su país.
Apuntó que su nación cuentan con pequeñas y medianas empresas especializadas que han creado un sistema para desenvolverse, que puede contribuir a que aquí se desarrollen perspectivas de crecimiento económico sostenible.
“De un día a otro no vamos a pedir a esa gente que pague pero sí hay que formalizar lo máximo posible y el gobierno puede ayudarle a la gente que no sabe pagar. Es importante formalizar y poner a esa gente progresivamente en el sistema formal, porque ellos van a contribuir con el crecimiento del país”, expresó el diplomático.
Indicó que se puede trabajar a nivel de gobierno incentivando y subvencionando a cierto tipo de sectores productivos para animar la formalización. También planteó como alternativa una asociación entre el sector privado y las iniciativas gubernamentales, lo cual permitiría atraer fondos que el gobierno quizás no tiene.
“El sector privado tiene la tecnología, conocimientos y fondos para invertir, que a veces para el gobierno es complicado”, subrayó el diplomático.
Entre las principales compañías de Bélgica que operan en el país destaca United Tobacco Processing DR (UTP DR), una productora de cigarrillos que genera alrededor de 600 empleos, en Santiago de los Caballeros.
Asimismo, resalta Bio Investment, que invirtió unos 15 millones de dólares en Montecristi Solar, la planta más grande del Caribe de generación de energía fotovoltaica.