En diciembre hay ambiente festivo y de vacaciones, pero los colaboradores deben cumplir con metas; la psicoterapeuta Saskia de Winter comparte acciones que los líderes pueden implementar.
Diciembre llega con su ambiente festivo, pero también con un peso extra para colaboradores y empresas.
Mientras el espíritu navideño invita a celebrar, en el ámbito laboral se desata una carrera acelerada hacia el cierre de año. Este fenómeno se convierte en un desafío que, sin una estrategia adecuada, puede desbordar a los equipos y hacer que presenten diversos casos de ansiedad.
Diciembre es un mes en el que convergen múltiples factores que aumentan la presión laboral y personal, de acuerdo con la psicoterapeuta Gestalt Saskia de Winter.
“Se parece a estar en la línea de meta de un maratón: la banda está justo enfrente de ti pero el agotamiento puede hacer que llegar al final sea una misión casi imposible. Por ello es muy importante que los líderes sean conscientes de esta dinámica, a fin de alinear prioridades y asegurarse de que el equipo no resulte afectado en el proceso”, dice la fundadora de la plataforma de capacitación Saskia de Winter Training.
Pero, ¿por qué sucede lo anterior? De acuerdo con De Winter hay factores que pueden ofrecer una respuesta.
“En México, el Trastorno Afectivo Estacional (TAE) podría parecer poco relevante, ya que el clima no es tan frío como en otros países. Sin embargo, el estrés acumulado y las altas expectativas laborales pueden hacer que muchas personas experimenten síntomas como irritabilidad, cansancio y dificultades para concentrarse, incluso en esta temporada”, comenta.
También para muchos, agrega, diciembre es el mes de los cierres de ciclo y de la llegada a las metas, y esa presión por cerrar ventas, cumplir con los objetivos y entregar proyectos puede resultar abrumadora.
De la misma forma, comenta, organizar vacaciones puede resultar un dolor de cabeza: “Las solicitudes de permisos suelen chocar con las necesidades operativas de la empresa, lo que deja a algunos colaboradores frustrados por no poder descansar y otros sobrecargados por cubrir las ausencias”.
De la misma forma, las posadas, cenas y celebraciones de fin de año son momentos clave para la cohesión del equipo, pero también pueden generar agotamiento.
Cómo mejorar el ánimo en los centros de trabajo
Hay acciones que los líderes pueden implementar para gestionar el estrés y optimizar el desempeño de su equipo durante el último mes del año, recomienda De Winter.
Se debe propiciar la comunicación abierta. Diciembre no solo trae tareas pendientes, también emociones encontradas: nostalgia, expectativas y a veces frustración.
“Los líderes deben abrir espacios de diálogo no solo para hablar de objetivos, sino para que el equipo comparta cómo se siente”, dice.
También se deben establecer metas claras que resuenen: “El fin de año suele sentirse como un maratón interminable. Para reducir la ansiedad, se deben desglosar los objetivos en pequeñas metas alcanzables y conectarlas con un propósito. En lugar de solo hablar de resultados, hay que destacar cómo estos logros contribuyen al éxito del equipo y de la empresa”, expone.
La experta recomienda capacitarse en manejo del estrés ya que ello no solo beneficia a los líderes, sino que inspira al equipo a imitar las técnicas.
“Practicar respiración profunda, meditación o incluso compartir una breve caminata puede cambiar el ambiente laboral”, completa la experta.