Ejecutivos del grupo corporativo Empresa de Ingeniería Eléctrica (Eminsa) han invertido en una nueva planta y tecnologías para consolidarse como un referente en la fabricación de estos equipos en el país y la región.

La escasez de transformadores ha sido un tema latente este año en el país. Varios reportes hacen referencia a los problemas generados por la falta de estos equipos, a retrasos en las importaciones y a la apremiante necesidad de reemplazar unidades obsoletas para eficientizar el servicio eléctrico.

En ese contexto, el grupo corporativo Empresa de Ingeniería Eléctrica (Eminsa), dedicada por más de 50 años a la reparación de transformadores, ha decidido incursionar en la fabricación con la finalidad de atender esa necesidad del mercado local con mayor rapidez.

“Nosotros traemos una solución precisamente a ese problema, porque el tiempo de entrega de estos equipos tarda hasta unas 30 semanas”, explica Manuel De Pool, gerente general de la compañía.

Con una inversión de unos 5 millones de dólares (mdd) en una nueva planta, los ejecutivos de la empresa proyectan producir alrededor 6,000 unidades anuales (pudiendo alcanzar las 10,000).

Eminsa inició sus operaciones en 1973, tomando transformadores que eran desechados por la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE) para repararlos con el objetivo de contribuir a reducir las importaciones, abriendo así el camino a otras compañías que más adelante incursionaron en el negocio, cuenta su presidente y fundador, Francisco De Pool.

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Aunque a lo largo de estos años se habían dedicado básicamente a la reparación, ahora los De Pool han decidido apostar por la fabricación ante la creciente demanda de electricidad y de productos eléctricos.

“Estamos en un muy buen negocio porque hay una proyección de crecimiento que ni con lo que nosotros estamos haciendo no va a ser suficiente”, opina Manuel.

El estudio Actualización de la Prospectiva de la Demanda de Energía de República Dominicana 2010-2030 de la Comisión Nacional de Energía (CNE) proyecta un crecimiento promedio anual de entre 2.54 % y 3.0 % en el sector residencial y de 3.28 % a 4.68% en el ámbito comercial y de servicios.

Visión regional

Los De Pool han hecho esta inversión poniendo también la mira en el extranjero, hacia donde esperan destinar alrededor del 30 % de su producción. Manuel dice que los mercados de mayor potencial son Ecuador y Colombia, donde, aunque hay fábricas, no dan abasto debido a la gran demanda.

“Nosotros vamos a ser el único fabricante del Caribe y Centroamérica, con excepción de Guatemala que tiene una planta, y no es de fabricación sino de ensamble. Esto no es algo que muchos países tienen el privilegio de tener”, destaca.

De aquí al 2032 se prevé que el mercado de transformadores registre una tasa de crecimiento cercana al 7 % en el mundo, debido al aumento de la demanda de electricidad, la urbanización y la modernización de la infraestructura eléctrica, reseña un análisis de la firma de investigación Global Market Insights.

El progresivo despliegue de energía renovable, que el año pasado alcanzó una participación de 15 % en el sector eléctrico nacional, es otro de los factores que impulsará ese comportamiento.

Aunque los transformadores para las fuentes renovables son más especializados, los propietarios de Eminsa no descartan producir equipos para este tipo de proyectos, que están en auge en el país.

Recientemente el ministro de Energía y Minas, Joel Santos Echavarría, declaró que hay en construcción unos 27 proyectos de energía renovable que sumarán al sistema alrededor de 1,229.65 megavatios (MW), con lo que se prevé que para el 2025 estas fuentes estén supliendo el 25% de la demanda energética nacional.

“El aumento de las energías renovables genera una demanda de transformadores con especificaciones bien exigentes. Aunque ese es otro mercado, sí tenemos la intención de obviamente introducirlos en algún punto de este proyecto”, afirma Manuel.

Tecnologías de punta

La nueva planta de Eminsa cuenta con tecnologías que apuntan hacia la rapidez y precisión. Desde el proceso de diseño de los equipos, que se hace con asistencia digital, hasta la elaboración, explica el gerente general de la empresa.

Manuel destaca que tienen un laboratorio de pruebas eléctricas donde de manera automática se determina en cuestión de minutos si el transformador fabricado tiene algún error.

“Me atrevería a decir que Centroamérica y el Caribe no hay un laboratorio de pruebas tan completo como este. Esta es una tecnología de punta”, recalca.

Resalta también la tecnología de la pintura en polvo, con lo que el proceso de pintado de los transformadores es más rápido, entre otras.

“Aquí todos los fabricantes o reconstructores que conozco pintan con pintura líquida, lo cual requiere un tiempo de curado y secado de más de tres o cuatro días. Sin embargo, nosotros con la pintura electroestática podemos pintar y hornear y de 20 minutos a una el tanque ya está disponible para envasar”, explica.

¿Una solución a las pérdidas?

Manuel considera que esta fábrica no solo es una ventaja competitiva para el país, porque puede disminuir su dependencia de las importaciones de transformadores, sino también porque puede contribuir a reducir las pérdidas de energía, uno de los grandes retos del sector eléctrico.

A junio de 2024 las pérdidas totales acumuladas de las empresas distribuidoras de electricidad (EDE) alcanzaron el 43.9%, lo que se traduce en un monto de unos 608.7 mdd, según estimaciones del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES).

“Este proyecto puede ser una alternativa interesante para lograr ese objetivo, que es una prioridad nacional”, apunta Manuel.

Sin bien en las pérdidas de energía eléctrica influyen muchos factores, como las conexiones ilegales, la antigüedad y mal estado de las redes de distribución, entre otros, la condición de los transformadores también juega un papel fundamental porque cualquier parte deteriorada puede afectar el sistema.

El estudio de mercado de la empresa Global Market Insights refiere que el transformador representa una parte significativa del desperdicio de energía, lo cual puede mejorarse con equipos más eficientes.

Otra ventaja, agrega Manuel, de adquirir transformadores fabricados en el mercado local, además de que les resulta menos costoso, es que se diseñan en base a las condiciones del país, lo que puede alargar su vida útil.

El empresario se refiere a características como la temperatura, niveles de humedad, salinidad y otras particularidades que quizá no tomarían en cuenta fabricantes del exterior. “Nosotros diseñamos tomando en cuenta cómo es nuestro mercado origen. Tratamos de fabricar un traje a la medida”, dice.

Debilidad del mercado

Para disponer de un servicio eléctrico eficiente, todos los componentes que intervienen deben tener las condiciones adecuadas. En este punto Manuel menciona un detalle que, desde su punto de vista, afecta en gran medida el sector y es la ausencia de un organismo que regule la calidad de los equipos que se colocan en la red, como existe en otros países.

Dice que como aquí no existe ninguna entidad que defina esos estándares “cualquiera puede importar y vender cualquier producto”, lo que puede provocar fallas en el sistema.

“Debe haber un organismo que certifique qué se puede vender en el mercado eléctrico y que establezca las condiciones que se deben cumplir porque aquí cualquier persona sin la experiencia, ni el conocimiento y sin tener las condiciones más básicas se dedica a una actividad de la cual no tiene la capacidad”, advierte.

Agrega que esa debilidad limita las inversiones tanto de empresarios locales como extranjeros en el sector.

“Quizás es una de las razones por la que empresarios como nosotros hemos tenido que esperar 50 años para hacer esta inversión. Si hubiese ese tipo de regulación la hubiésemos hecho hace 20 años”, puntualiza.

Refiere que ante la ausencia en el país de un organismo regulador de los productos del sector eléctrico las empresas que quieren participar en el mercado internacional,  como Eminsa, tienen que certificarse en el Centro de Desarrollo Tecnológico del Sector Eléctrico (CIDET), de Colombia.

“Para nosotros eso es una necesidad nacional, una debilidad fuerte y es quizá una de las causas de que la situación esté como está porque se sigue permitiendo que cualquiera venda cualquier producto”, puntualiza.

Crecimiento de la demanda de electricidad residencial en gigavatios hora (GWh)

20256784
20266929
20277075
20287223
20297372
20307523

Fuente: Comisión Nacional de Energía (CNE)

Prospectiva de la demanda de electricidad comercial y servicios (GWh)

20253609
20263694
20273781
20283869
20293960
20304054

Fuente: Comisión Nacional de Energía (CNE)