Tres cuartas partes de las organizaciones se han visto afectadas por el cierre de instalaciones, las alteraciones en la cadena de suministro, el ausentismo laboral y el trabajo a distancia en los últimos tres años y menos del 20% de las organizaciones se sienten preparadas para hacer frente a los impactos de estos cambios.

La creciente atención prestada a la sostenibilidad, los cambios socioeconómicos mundiales y las cambiantes demandas de los consumidores han provocado que las empresas se enfrenten a importantes alteraciones en sus cadenas de suministro.

En ese contexto, las principales preocupaciones de los directivos son la reducción de las emisiones de en todos los eslabones de la cadena de suministro (95%) y el aumento de los volúmenes de comercio electrónico (90%), señala un estudio de la corporación especializada en consultoría Capgemini.

Alrededor del 92% de las organizaciones encuestadas para la investigación afirmó que la continua reestructuración de la cadena de suministro global les afectará, pero solo el 15% reconoció que están preparadas para afrontar los cambios.

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El informe destaca la necesidad de que las empresas diseñen redes resilientes y conectadas con una planificación integrada basada en datos y plantea que la tecnología será un factor clave en este sentido porque les ofrecerá acceso a información en tiempo real que, a su vez, podrá mejorar la capacidad de predecir el cambio y ayudarles a planificar posibles escenarios futuros.

¿Qué hay de la sostenibilidad?

Las cadenas de suministro representan actualmente más del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero de una organización. Las empresas están modificando cada vez más sus estrategias de negocio para dar prioridad a la sostenibilidad y muchas de ellas se han fijado objetivos prioritarios para mejorar el impacto ambiental global de sus productos y servicios. Existe una clara necesidad de que las cadenas de suministro estén en el centro de estas iniciativas de sostenibilidad.

En este sentido, la gran mayoría de las organizaciones encuestadas (95%) reconoció la necesidad de reducir las emisiones de CO2 en toda la cadena de suministro, pero solo 13% se siente preparada para afrontar estos cambios.

El informe también sugiere que se deben adoptar prácticas sostenibles en toda la cadena de valor, con métricas transparentes para medir los resultados y sistemas de monitoreo en tiempo real. Señala que invertir en iniciativas de capacitación y educación de los proveedores ayudará a empoderar a los grupos de interés para que tengan un impacto real y permitan a las organizaciones alcanzar sus objetivos de sostenibilidad.

El estudio revela que solo una de cada cuatro empresas ha comenzado a escalar las iniciativas de sostenibilidad en sus cadenas de suministro.

El informe también señala la necesidad de invertir en automatización y robotización para mejorar la eficiencia operativa y redistribuir los recursos (tales como las interacciones con los clientes, el análisis, la planificación dinámica y la toma de decisiones).

Metodología

En el estudio realizado por Capgemini fueron encuestadas a grandes organizaciones de 13 países, con entre ellas varias con ingresos anuales que oscilan entre los USD 1,000 y los 50, 000 millones de dólares (mdd), pertenecientes a sectores como productos de consumo y comercio minorista, manufactura y ciencias de la vida.

También se entrevistó a 1,000 ejecutivos de la cadena de suministro que trabajan en diversas áreas de estrategia corporativa, demanda y suministro, atención al cliente, finanzas y contraloría, sostenibilidad, ingeniería y diseño, entre otras. Además, se realizaron 10 entrevistas en profundidad a expertos de grandes organizaciones que intervienen en la cadena de suministro.