La infraestructura del alcantarillado existente en Santo Domingo es insuficiente y obsoleta para una urbe que no para de crecer.

Las inundaciones del viernes 6 de noviembre, que dejaron al menos ocho muertos y múltiples pérdidas materiales, pusieron en evidencia que Santo Domingo, capital de República Dominicana, necesita con urgencia infraestructuras de drenaje pluvial.

Desde hace años la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) dispone de un “Plan maestro” que detalla las obras que se deben construir en la ciudad a mediano y largo plazo (hasta el 2040) para solucionar el problema del manejo de las aguas pluviales y residuales.

Entre las obras el plan contempla, entre otras, cuatro emisarios submarinos para conducir las aguas residuales al mar Caribe.

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El primer emisario partiría desde Guajimía, Santo Domingo Oeste, una zona caracterizada por altos niveles de contaminación y, por ende, propensa a inundaciones. Este tendría unos 320 km y un área de drenaje 27.7 km².

El segundo estaría ubicado en la avenida Núñez de Cáceres, en el Distrito Nacional, que es el centro de la ciudad. Su longitud sería de unos 240 km y el área de drenaje de 28.7 km². El tercero también se ubicaría en el distrito, en la calle Alma Mater y abarcaría unos 151 km y un área de drenaje de 25.7 km².

El emisario más grande estaría ubicado en Los Frailes, Santo Domingo Este, comprendería unos 471 km y un área de drenaje de 41.0 km².

Estas son solo algunas de las infraestructuras pluviales que necesita el Gran Santo Domingo, cuya población no para de crecer. En el 2010 la población de la provincia se estimaba en 3.2 millones, para el 2020 en 3.8, para el 2030 en 4.3 y para el 2040 se proyecta que ascenderá a 4.8 millones, según las estimaciones contempladas en el estudio de la CAASD.

Inversión para evitar pérdidas por inundaciones

El ingeniero geólogo Osiris de León señala la urgencia de que en la ciudad de Santo Domingo, la más poblada y urbanizada del país, se redefina y amplíe su precario sistema de drenaje pluvial.

Las inundaciones registradas en este mes en la ciudad no tienen precedentes recientes. Fuente: Indrhi.

“El Gran Santo Domingo está cada vez peor en materia de drenaje pluvial porque tenemos décadas construyendo urbanizaciones, avenidas, calles, aceras, contenes, plazas y parques, pero en ningún caso pensamos en el necesario drenaje para situaciones de tormentas que obligatoriamente debe tener cualquier área en nuevo desarrollo”, plantea el experto.

De León estima que con 500 millones de dólares se hacen los drenajes principales de los sectores críticos. Esta inversión evitaría parte de las pérdidas que ocasionan cada año las vaguadas, tormentas y otros fenómenos naturales que impactan el país en la temporada de huracanes que comienza el 1 de junio y termina el 30 de noviembre.