Los productos financieros digitales como las cuentas bancarias en línea, las billeteras electrónicas y las aplicaciones de pago hábiles, han proporcionado oportunidades al sistema tradicional de impactar a poblaciones vulnerables y sin bancarizar.
Desde las aulas hasta el teletrabajo, la digitalización ha revolucionado la vida de las personas con servicios financieros como cuentas de ahorros, fondos de inversión, pagos y créditos a través de un dispositivo electrónico. La penetración de los servicios financieros a través de la digitalización llega a los lugares que carecen de acceso a sucursales físicas, a las 1.5 millones de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), y a los adultos mayores que habitan en zonas rurales. Esto es posible gracias a la inclusión financiera.
La pandemia del covid-19 y las restricciones para evitar la propagación incidió en la sociedad civil en inclinar su cotidianidad a través de plataformas digitales, mientras que la banca y el sector productivo aceleraron a su transformación digital.
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El Banco Central de República Dominicana (BCRD) registró 7,26,524 usuarios de internet banking en enero del 2024, un 18.2% de diferencia respecto el 2023 (6,141,564) y un 32.3% más que el 2022 (5,487,046).
Al comparar 2024 con 2019 se muestra 3,210,692 cuentas más en términos absolutos, crecimiento impulsado por el surgimiento de aplicaciones digitales y modernización de la banca formal.
Sin embargo, la inclusión financiera aún es un tema pendiente en el sistema financiero dominicano. Para la presidente de la Asociación de Bancos Múltiples (ABA), Rosanna Ruíz, la transformación digital es vital.
“Hemos ampliado nuestra visión, además promover y consolidar el sector bancario, sino para fomentar una economía más inclusiva”, resaltó.
De acuerdo con la Encuesta de Inclusión y Educación Financiera 2023, el 55% de los adultos dominicanos cuenta con un producto financiero de ahorro o de crédito, esto significa 500,000 dominicanos que fueron incorporados al sistema bancario entre 2019 y 2023.
Este incremento se debe a las condiciones favorables proporcionados por las entidades de intermediación financiera. Según el gobernador del BCRD, Héctor Valdez Albizu, dará alcance a la meta del 65% contemplada en la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera de lograr una tendencia efectiva de productos financieros para el 2030.
“El aumento en la participación de la población en charlas y materiales de educación financiera. Los datos de la referida encuesta muestran que los participantes en estas iniciativas han reportado mejoras en su conocimiento sobre aspectos de gestión financiera personal”, explicó.
Además, apunta que recibir educación financiera impacta en las conductas económicas de las personas, al reportar que el 58.9% de los participantes en charlas educativas cultivó el hábito del ahorro, seguido del 58.2% que estableció metas financieras a corto y mediano plazo, y el 65.7% mejoró el control de sus gastos.
“Un elemento significativo por destacar es que el 19.4 % de los participantes procedieron a abrir cuentas en instituciones financieras, marcando un paso importante hacia su inclusión en el sistema financiero formal”, agregó el gobernador del organismo monetario de República Dominicana.
Diversificación: eje estratégico
Estadísticas indican que aún el 50% de la población dominicana carece de bancarización, por lo que la inclusión financiera es una herramienta para fomentar el acceso a crédito e incrementar el acceso a la banca tradicional.
Ante esta realidad, el sistema financiero tradicional debe ofrecer productos de manera simple y sencillos para los habitantes que carecen de alguna relación con ese ecosistema, logrando de manera accesible su incorporación, que se traducirá en crecimiento y desarrollo desde el manejo de sus finanzas personales y bienestar de sus familiares.
La diversificación de servicios y productos financieros de manera digital promueve e incentiva a que los clientes y potenciales usuarios realicen sus procesos como la solicitud de tarjetas bancarias, apertura de cuentas de ahorro o la solicitud de créditos, por medio de la tecnología.
El país registró 12,756,713 tarjetas bancarias a enero del 2024. Al desglosar los datos, las de débitos contabilizaron 6,897,102, seguido de las de crédito y subsidios gubernamentales con 3,582,909 y 2,130,518, respectivamente. En menor cantidad, las prepagadas (17,258) y las prepagadas virtuales (38,926).
Los datos del BCRD señalaron que el 62% del monedero electrónico son “sin contacto”, mientras el 38% se reportó “con contacto”, lo que evidenció que en este 2024 es recurrente pagar y hacer transacciones con el dinero llamado plástico.
En enero del 2024, el BCRD totalizó 436,633 cuentas, una variación de 219.6% más que el 2023, cuando el monto se fijó en 136,588. En términos absolutos fue de 300,045 o casi tres veces más durante un período de 12 meses.
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En los bancos múltiples se registraron 294,703, pero el monto en las entidades de pago electrónicos ascendió a 141,930, lo que significa que la implementación de aplicaciones digitales y el acceso a las Fintech ha simplificado los procesos de apertura de cuentas y el incremento de transacciones vía telefonía, simplificando los procesos burocráticos y disminuyendo el tiempo de servicio al cliente.
Situación regional
La inclusión financiera es una prioridad y los servicios financieros deben ayudar a las personas y las comunidades a subir la escalera de la inclusión financiera. Así lo señaló el informe The State of Financial Inclusion postcovid-19 in Latin America and the Caribbean, de Mastercard. “Si bien el 79% de los latinoamericanos tiene acceso a la banca, aún puede lograr una mayor penetración”, informó.
Pero, además, el establecimiento de oficinas distribuidas en otras provincias o estados, permiten que un grupo poblacional se traslade a las sucursales principales. De acuerdo con la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), en 2022 se registraron 21.7 sucursales bancarias por cada 100,000 habitantes adultos, en promedio, a nivel de América Latina. En República Dominicana, es 17 por cada 100,000 dominicanos.
La cantidad de tarjetas crédito y débito bancarias en América Latina y el Caribe ascendieron a 1,438 millones de unidades al cierre del 2022. De este monto, 882.4 millones fueron tarjetas débito y 556.1 millones de tarjetas de crédito. Con este dinero plástico se reportaron 48,480 millones de transacciones por un valor de US$934,133 millones, señaló la entidad.
Después de avances significativos en la digitalización financiera, el país se encuentra en un punto crucial de su transformación. Con millones de personas ahora conectadas a servicios bancarios digitales, la inclusión financiera ha mejorado notablemente, pero todavía queda trabajo por realizar.
A medida que República Dominicana se acerca a su objetivo del 65% de inclusión financiera para 2030, los líderes financieros y gubernamentales están intensificando sus esfuerzos para cerrar la brecha restante.
Desde la ABA y el BCRD se están implementando programas de educación financiera más amplios y accesibles para capacitar a más personas sobre cómo administrar sus finanzas de manera efectiva.
Asimismo, los bancos múltiples y las asociaciones de ahorro y préstamos promueven iniciativas sobre el manejo de las finanzas personales y el desarrollo de aplicaciones digitales para sus clientes.
Este trabajo es una colaboración especial de la periodista Karla Alcántara