Sonia Guzmán se convirtió en la primera mujer en dirigir la embajada de República Dominicana en Estados Unidos.

Por Felivia Mejía

Como dominicana poderosa, Sonia Guzmán Klang ha roto muchos techos de cristal en el ámbito político y en el académico, abriendo para las mujeres nuevas oportunidades para fortalecer el liderazgo femenino en República Dominicana.

Fue la primera mujer en ocupar la posición de vicerrectora académica de una universidad. También fue la primera en formar parte de la Junta Monetaria, entidad que determina las políticas cambiarias y financieras de la nación.

A sus 74 años continúa protagonizando hitos, al convertirse en la primera mujer en desempeñar las funciones de embajadora de República Dominicana en Estados Unidos. Ha demostrado que la edad no es una barrera para asumir nuevos proyectos.

“Muchas veces confundimos el poder con tener prominencia, con tener exposición mediática y una figura destacada. Yo no creo en eso; poderoso es el que tiene la posibilidad de cambiar cosas, de dejar legado y desarrollo positivo en una sociedad”, expone.

Le invitamos a leer: Marisol Argueta, la salvadoreña que detona el cambio desde el Banco Mundial

Primeros pasos en la política

Sonia incursionó en la política a sus 20 años, para acompañar a su padre, Antonio Guzmán, en sus aspiraciones de convertirse en presidente del país. Al terminar su participación en la campaña que lo llevó al poder en 1978, Sonia pensó retomar el riel académico.

Pero proyectos ligados al servicio público la arroparon y la llevaron a ocupar posiciones cada vez más relevantes. Entre esas responsabilidades se destaca su liderazgo en las negociaciones del país en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica (DR-CAFTA), cuando ejercía de ministra de Industria y Comercio en el año 2000.

“Lo primero es prepararse lo más que podamos, pero donde a las mujeres se nos abre una verdadera ventana de oportunidades es en no tener miedo, porque muchas veces la diferencia la hacemos nosotras mismas, cuando nos preguntamos cómo lo vamos a hacer en medio de tantos hombres”, dice esta dominicana poderosa.

Opina que las mujeres deben ir a la conquista de las posiciones de mando, armadas de un excelente desempeño y formación intelectual, no aspirar a un sitio por cumplir la ‘cuota’ femenil.

“Muchas veces, somos nosotras las que nos menospreciamos y preferimos aspirar por una cuota porque es más fácil el llegar. Pero se puede ganar con las buenas ideas, los debates fructíferos, dentro de cualquier organización. Eso le crea a usted una imagen, gana el respeto de los varones y de las mujeres. Y con eso ya puede aspirar a cualquier posición porque la van a medir con la misma vara”, asegura.

Le invitamos a leer: Ellas son las mujeres centroamericanas en cargos internacionales

Una dominicana poderosa en Washington

Desde noviembre pasado, Sonia representa a República Dominicana en la nación que probablemente cuenta con más inmigrantes de la media isla. Según sus registros, en Estados Unidos viven alrededor de 2.1 millones de quisqueyanos, entre personas nacidas en esa tierra, pero de padres dominicanos, residentes y ciudadanos.

“Tengo ahora mismo la gran responsabilidad de reestablecer los lazos más estrechos posibles entre RD y Estados Unidos. Y también creo en que hay que darle la oportunidad a los dominicanos de que regresen a su país como inversionistas, hombres de negocios o que culturalmente puedan aportar muchísimo al país”, explica esta dominicana poderosa.

Le invitamos a seguir nuestras historias en: YouTube Forbes Centroamérica