Muchas empresas en República Dominicana están dispuestas a explorar e implementar modalidades de trabajo que respondan a las nuevas realidades del mercado laboral, como el trabajo remoto o híbrido u otros mecanismos que apuestan por la flexibilidad sin afectar la productividad. Muestra de ello es el inicio este 1 de febrero del Plan Piloto Voluntario […]
Muchas empresas en República Dominicana están dispuestas a explorar e implementar modalidades de trabajo que respondan a las nuevas realidades del mercado laboral, como el trabajo remoto o híbrido u otros mecanismos que apuestan por la flexibilidad sin afectar la productividad.
Muestra de ello es el inicio este 1 de febrero del Plan Piloto Voluntario de Semana Laboral Reducida, una iniciativa del Ministerio de Trabajo con la que se busca levantar información para conocer el impacto real de estas tendencias en el país que han ganado terreno en el mundo a partir de la pandemia.
En este proyecto, que impactará alrededor 300 trabajadores, varias empresas de manera voluntaria reducirán de 44 a 36 horas su jornada laboral durante tres meses para luego evaluar sus efectos en la productividad.
Esto demuestra que, en opinión del ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps García,“el mercado laboral dominicano se encuentra muy abierto a la identificación de mejoras y a la exploración. Tanto empresas como trabajadores así lo han demostrado”.
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Durante una entrevista con Forbes Dominicana De Camps explicó que en los últimos tres años se ha evidenciado que es posible reconsiderar y modificar modelos laborales tradicionales, como la jornada de laboral que, según el Código de Trabajo, no podrá exceder las ocho horas por día ni las cuarenta y cuatro horas por semana.

El código establece que, por disposición del Ministerio de Trabajo y en común acuerdo entre las partes, la jornada puede terminar antes en función de los requerimientos de las empresas o negocios y las necesidades sociales y económicas de las distintas regiones del país.
Otras iniciativas
De Camps citó otras iniciativas que se están impulsando desde el sector gubernamental para que el mercado dominicano se adecúe a las nuevas modalidades de trabajo. Una de ellas consiste fomentar el acceso a financiamientos para que las microempresas puedan adquirir equipos tecnológicos que faciliten el teletrabajo.
También se encuentra en fase de desarrollo un sistema para calcular el impacto del trabajo remoto. Esto será como una calculadora que permitirá a empleadores y trabajadores determinar el ahorro en consumo de energía eléctrica, combustible, transporte u otros de esta modalidad.
Destacó además que el sector público se muestra muy dispuesto a fomentar el trabajo remoto u otras modalidades y que a través del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP) se está promoviendo la formación en este ámbito.
Para el trimestre julio-septiembre de 2023 el número de trabajadores bajo la modalidad de teletrabajo en República Dominicana representó el 1.3% de los ocupados, que a esa fecha superaban los 4.8 millones, según los resultados de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT).
Esto indica que esta modalidad de empleo ha adquirido relevancia en el país, por lo que es necesario dar seguimiento a este indicador para comprender mejor el impacto de esta tendencia que se ha acentuado a partir de la pandemia, se sugiere en el documento publicado por el Banco Central (BCRD).
En conclusión, el ministro reafirma que los actores del sector laboral dominicano están en disposición de recorrer las diferentes rutas posibles que contribuyan a fortalecer las relaciones en pro del bienestar de los trabajadores sin desmedro de las empresas.
“Cada vez es más evidente que el componente de productividad va correlacionado con el componente de salario emocional del trabajador”, puntualiza.
Por otro lado, el ministro reconoce que un reto pendiente es lograr la formalización de los trabajadores independientes o autónomos, otra tendencia creciente.
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