La productora defiende que permanezca el incentivo a ese sector, al considerar que el país recibe “una ganancia redonda.
Más de 20 películas producidas le han otorgado a Desiree Reyes una distinción en el cine dominicano y le han abierto las puertas para jugar otros roles prestigiosos, como cuando hace poco fue seleccionada para presidir el jurado de la edición 48 del Festiva de Huelva de Cine Iberoamericano.
Entre los largometrajes que ha trabajado como productora ejecutiva se cuentan “Lotoman”, “Lotoman 2.0”, “Lotoman 003” y “Los Paracaidistas”, dirigidos por Archie López, así como “Jean Gentil” y “Dólares de Arena”, dirigidos por Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas.
Otros largometrajes que han contado con Reyes en su equipo de producción son “Cristiano de la Secreta”, “Mi Novia está de Madre”, “The Good Shepperd”, “Viajeros”, “La Fiesta del Chivo”, “Los Locos También Piensan”, “La Cárcel de La Victoria”, “Blancas Mentiras” y “Amores”.
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“Esto me apasiona”, afirma sonriente.
A pesar de que ofreció a Forbes una extensa entrevista, Desiree sentía que se quedaba corta cuando se refería al impacto económico de la producción audiovisual en el país. “Esta actividad lo toca todo, porque cuando rodamos un largometraje participan diversos profesionales como administradores, contadores, choferes, gente de servicio, de cocina, de vestuario, de todo”, dice.
Defiende que permanezca el incentivo a ese sector, al considerar que el país recibe “una ganancia redonda”, porque además de la generación de empleos de calidad, remunerados por encima de los pagos promedios, regularmente, hay una recepción fiscal para el Estado en tres partidas.
Pero, más allá de los empleos que pueda generar la industria, Desiree resalta que la actividad cinematográfica impulsa el emprendimiento joven. Dice que es muy común que cuando un joven vive su primer empleo, identifica nichos que le permiten a crear su propia empresa, por ejemplo de producción de podcast, estudios de grabación audiovisual u otro tipo de servicio relacionado.
“Está la tarea de seguir trabajando en la visualización del cine dominicano y la estabilidad de la industria, para poder seguir forjando relaciones internacionales. Debe existir la producción local porque un productor internacional no va a invertir millones de dólares en un pais donde no se hace cine”, opina.
Ella se expresa con optimismo: “Yo la veo muy bien y tengo mucha fe en el futuro sobre todo porque nosotros vivimos en un contexto donde las barreras del idioma y la tecnología son cada vez menores. Tú puedes ahora mismo subir una película a Youtube y eso te puede dejar un dinero, las posibilidades de la tecnología nos abren han abierto a unos públicos cada vez más grandes”, indica.
Explica que el sector local ha enfrentado muy bien el reto de solidificar el aparato de producción, aunque todavía se está haciendo una cine muy joven. Por lo tanto, considera que aún falta vivir etapas de experiencias que tienen que ver con la distribución internacional, con la ampliación de mercados para nuestra oferta, porque, dice, la realidad es que se compite internacionalmente con productos de industrias muy poderosas que tienen aparatos mediáticos muy fuertes detrás.
Aun así las historias de Quisqueya ganan espacios importantes. Por ejemplo, Desiree estrenó el año pasado la película “Canta y no llores”, la cual vendió a Disney y se estrenó en cines mexicanos.
“Eso significa que si Disney, que tiene opción de comprar películas en el mundo, está tomando en cuenta los niveles de calidad en la producción dominicana”
Cita entre los desafíos continuar trabajando en la visibilización del cine dominicano y la estabilidad de la industria.
“Yo veo con fe ese camino de comercialización y de negocios para lo que se hace de nuestro pais creo que es una cuestión de tiempo, porque se ha trabajado exitosamente y aceleradamente para que eso sea posible y hay muy buenos augurios”, concluye.