La plataforma tecnológica Curbo facilita la adquisición y venta de un vehículo, su financiamiento y la contratación de un seguro a través de transacciones digitales.
Por Felivia Mejía
Seis socios dominicanos echaron a andar el proyecto en junio de 2020, luego de reunir entre amigos, familiares y ahorros propios un capital de 1.1 millón de dólares.
Su modelo de negocio consiste en conectar a través de una plataforma digital a vendedores y compradores de vehículos, aseguradoras, bancos comerciales y financieras, mecánicos, entre otras empresas que ofrecen servicio automotriz, de manera que el usuario pueda realizar todos las transacciones que necesite haciendo clic desde un dispositivo tecnológico en la palma de su mano. Todo eso desarrollado por un equipo humano bajo una cultura de startup, explica Onil Pereyra, CEO y encargado del desarrollo tecnológico de la plataforma.
Junto a Pereyra lideran el proyecto Alberto Hernández, Luis Mejía, Wenceslao Espinosa, Manuel Angomás y José Ureña, quienes se arriesgaron a echar a andar su proyecto en los albores de la pandemia del Covid-19 en República Dominicana, en medio de la incertidumbre que esa crisis sanitaria instauró en las economías del mundo.
A los 18 meses de operación, la plataforma Curbo registró alrededor de 150,000 descargas y unas 1,200 transacciones (compra, venta y financiamiento de vehículos semi-nuevos). Con esos resultados en carpeta, el sexteto salió a la búsqueda de capital semilla, alcanzando levantar 4.5 millones de dólares.
Ese presupuesto representa el combustible para su expansión hacia Latinoamérica. Este año se abren paso en Colombia y México.
El aliado comercial en Colombia es Massy Motors, un dealer que tiene presencia en Bogotá, Medellín y Cali. Los ejecutivos de Curbo se encargarán de ser el acelerador de la venta digital de la cartera de vehículos semi-nuevos que la compañía tiene en Cali.
Mientras que en México aún están en negociaciones con un socio potencial.
Aunque la esencia de Curbo es el servicio digital, también se complementa con la operación de tiendas físicas, donde el usuario puede experimentar el funcionamiento de los vehículos disponibles.
“En cuanto a la compra, todavía existe una conexión emocional a lo físico del carro, es una experiencia que necesita contacto; por más información que yo te entregue digitalmente del vehículo, no basta. Principalmente en Latinoamérica aún hay una brecha que queremos ayudar a cerrar, pero sabemos que tomará un tiempo”, opina Manuel Angomás.
El equipo dominicano tiene la meta de cerrar 2022 con 12,000 transacciones, lo cual representaría 10 veces más de lo lo alcanzado hasta ahora. También pretenden pasar de 125 a 300 colaboradores y de 8 tiendas a 16 locales de exhibición de vehículos.
“Hay una experiencia de vehículos semi-nuevos que necesita una transformación y a eso es que Curbo le está apostando. Diariamente hay un equipo mejorando el producto y pensando en las próximas verticales que se pueden incorporar”, afirma Luis Mejía.
Actualmente, están en conversación con representantes del sector bancario en República Dominicana para lograr que los clientes de Curbo tenga la posibilidad de acceder a préstamos de manera totalmente digital a través de su plataforma.