Por Rafael Burgos A medida que el acceso a la Inteligencia Artificial (IA) se ha masificado, la conversación sobre si es el enemigo que viene a eliminar puestos de trabajo no ha cesado. Ese panorama catastrófico en el que la tecnología y los seres humanos están en una lucha de poder podría estar ralentizando la […]

Por Rafael Burgos

A medida que el acceso a la Inteligencia Artificial (IA) se ha masificado, la conversación sobre si es el enemigo que viene a eliminar puestos de trabajo no ha cesado.

Ese panorama catastrófico en el que la tecnología y los seres humanos están en una lucha de poder podría estar ralentizando la implementación de las ventajas que trae consigo la IA.

La conversación debería más bien girar en torno a la importante capacidad de la IA para optimizar la fuerza laboral al transformar roles tradicionales. Al lograr la automatización de tareas rutinarias, la mejora de la toma de decisiones y la optimización de procesos, nos pone de frente al más reciente salto tecnológico.

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Este escenario de temor a lo desconocido no es nuevo en el mundo de la tecnología, basta con pensar la gran cantidad de procesos que se han optimizado gracias a la tecnología y que hoy sería impensable vivir sin estos.

Para República Dominicana y el resto de Latinoamérica, el enemigo no es la IA, más bien la falta de capacidad para su adaptación y aplicación, lo que nos pone en una seria desventaja ante las potencias que hoy la abrazan con total normalidad.

La brecha de conocimiento

Según el informe de Software One “Cloud Skills Report: Bridging the technology talent gap in 2024”, el mayor problema para las empresas en sus esfuerzos de transformación digital es garantizar que el crecimiento de las habilidades de los empleados coincida con el rápido ritmo de la innovación.

Casi dos tercios de las organizaciones (62%) informan que actualmente no tienen habilidades adecuadas para aprovechar la IA y el 41% de las organizaciones tienen dificultades para encontrar empleados capacitados en IA.

Este déficit de habilidades se traduce en una mayor carga de trabajo para los equipos de TI. Con el aumento de la carga laboral llega el agotamiento y altas tasas de rotación. Además, un preocupante 23% de los gerentes de TI a nivel mundial consideran renunciar debido a esta brecha de habilidades, y, por otro lado, un 84% de las empresas perciben los problemas de retención de personal en TI como un desafío importante.

La IA en Latinoamérica

Según el PNUD, algunos datos iniciales sobre la adopción de la IA en las industrias de América Latina y el Caribe muestran que nuestra región ya está rezagada en comparación con países más desarrollados.

Si bien se prevé que la IA contribuirá hasta el 5,4 por ciento del PIB de América Latina para 2030 – equivalente a aproximadamente 5 billones de dólares- esta cifra queda por detrás de la de América del Norte, que ganará más del 14,5 por ciento de su PIB en el mismo período.

La IA es una herramienta poderosa que puede impulsar el desarrollo económico y social de Latinoamérica, siempre que se utilice con criterios éticos, inclusivos e innovadores. Por ello, es fundamental que los líderes empresariales se involucren activamente en este proceso y aprovechen sus ventajas competitivas.

La región debe enfocarse en desarrollar estrategias educativas y de capacitación que preparen a la fuerza laboral para integrar estas tecnologías de manera efectiva. Invertir en infraestructura tecnológica y fomentar la colaboración con empresas con experiencia en la adaptabilidad será crucial para aprovechar el potencial de la IA.

Beneficios de la IA para las empresas

La automatización de procesos mediante sistemas avanzados y software especializado permite a las empresas eliminar tareas repetitivas y manuales, reduciendo así los errores humanos y aumentando la eficiencia operativa.

Esta eficiencia se traduce directamente en ahorro de tiempo y recursos, liberando a los empleados para que se concentren en actividades de mayor valor estratégico. Además, es fundamental cambiar la percepción de la IA, viéndola no como una amenaza, sino como una herramienta que puede potenciar el talento humano.

Al fomentar un entorno de innovación y aprendizaje continuo, las organizaciones en Latinoamérica podrán beneficiarse de la inteligencia artificial, mejorando la competitividad y productividad, y creando nuevas oportunidades de empleo en áreas emergentes. Así, la IA se convertirá en un aliado estratégico en el desarrollo económico y social de la región.



Sobre el autor

Rafael Burgos es vicepresidente Regional de SoftwareOne para Centroamérica y Sudamérica; CEO de Federación 321. Cuenta con una importante trayectoria en el desarrollo de negocios y soluciones tecnológicas en el Caribe y Centroamérica.

Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad de su autor y no tienen que ver con la posición de Forbes República Dominicana.