El colapso financiero que llevó al cierre y al tipo de resolución por parte de las autoridades públicas del Silicon Valley Bank (SVB) de los Estados Unidos, es un evento que no debe verse en forma aislada ni tampoco dejar de considerar la parte regulatoria. La posibilidad de que ocurra la teoría de la cucaracha […]

El colapso financiero que llevó al cierre y al tipo de resolución por parte de las autoridades públicas del Silicon Valley Bank (SVB) de los Estados Unidos, es un evento que no debe verse en forma aislada ni tampoco dejar de considerar la parte regulatoria. La posibilidad de que ocurra la teoría de la cucaracha en la actual turbulencia bancaria norteamericana está presente hoy día, mientras persistan los riesgos de reputación y desconfianza por parte de ahorrantes e inversionistas, lo que puede producir que otras entidades bancarias quiebren o se debiliten en su posición financiera, originando, en consecuencia, que el acontecimiento del SVB no sea aislado, especialmente, luego de los hechos posteriores del también cierre del Signature Bank y el desplome del First Republic Bank ocurridos en esta semana que transcurre.

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La turbulencia bancaria en los Estados Unidos está latente, los cuestionamientos sobre la conducta de las autoridades de los organismos públicos de regulación bancaria, así como la presumible conducta del cuerpo directivo del SVB han dado mayores energías para que el riesgo de una corrida bancaria por Twitter sea más generalizado, no se descarta, potenciando debilitar, incluso, a entidades que hoy son sólidas en el sistema bancario de la economía norteamericana.

Otro punto a considerar en la actual turbulencia bancaria de USA es el tipo de resolución que las autoridades han estado dándole al colapso bancario, mediante el rescate a los ahorristas de los bancos con dificultad, resolución que, si bien en el corto plazo pretende apagar el fuego bancario y restarle presión al efecto contagio hacia otros bancos, puede descuidar el riesgo moral que implica no atender adecuadamente el tipo de responsabilidad que tienen algunos de los directivos bancarios de las entidades norteamericanas involucradas en el colapso financiero. 

La situación que atraviesa una parte de la banca de USA está en desarrollo, por lo que, sus implicaciones aún no son del todo predecibles para la economía dominicana y su sistema bancario, dado que los bancos con problemas financieros de USA no son corresponsables de entidades financieras clave dominicanas, aunque sí las autoridades deben darle seguimiento, como un evento no descartable, ante la posibilidad de que afecte a bancos que son corresponsales del sistema financiero dominicano. En esa misma línea, lleva tranquilidad a los agentes económicos dominicanos que el Banco Central haya informado que las Reservas Internacionales ascendentes a más de US$ 15 mil millones no están comprometidas con las entidades bancarias afectadas.

Lo del efecto contagio no es del todo descartable para la economía dominicana, porque el tema inflacionario persiste en la economía de USA, por el anuncio de que la inflación subyacente de febrero se situó en 0.5%, la mayor en cinco meses, razón por la que puede seguir obligando a la FED a elevar su tasa de interés y consecuentemente, presionar el estado financiero de las entidades bancarias de USA, como una de las variables que ha incidido en la actual situación de algunos bancos de la economía estadounidense. La predecible continuación de elevación de la tasa de la FED puede incidir para que las autoridades dominicanas retomen las alzas de la tasa de interés monetaria, que al tener efecto traspaso hacia el incremento de la tasa de interés de los bancos, abone para que el PIB dominicana mantenga el pobre desempeño que registró en enero de 2023, que apenas fue de un 0.4 %.

Por Haivanjoe NG Cortiñas

El autor economista, catedrático, escritor, conferencista y autor de 5 libros sobre economía dominicana.

Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva de su autor y en nada tienen que ver con la posición de Forbes República Dominicana.